Cultura y Audiovisual / Equipo Lux
En lo que llevamos de año se consolidan varias tendencias apuntadas a finales de 2021, especialmente el ‘sorpasso’ de Antena 3 sobre Telecinco, que en las primeras semanas del otoño era un casi empate hasta convertirse en marzo en una distancia difícil de superar. En las tres primeras semanas de este mes Antena 3 lleva un 14,2% de ‘share’ frente al 11,7 de Telecinco, una distancia que viene a mostrar el fracaso de la programación del primer canal de Mediaset, líder indiscutible en España durante muchos años.
El retroceso no solo afecta a sus grandes magacines estrella como ‘Sálvame’ o ‘De luxe’, sino al hasta ahora imbatible ‘El programa de Ana Rosa’, que todavía sin su conductora habitual ha visto cómo ‘Espejo público’ llegó a empatar en audiencia varios días de la tercera semana de marzo. Otro de sus ‘inalcanzables’, ‘Mi casa es la tuya’ que ya marcó suelo con las Campos ha visto todavía una pérdida de 0,2 puntos quedándose en 9,6% con Jimmy Jiménez Arnau. Pese a que el invitado dio titulares muy sabrosos y expresivos.
“Bajas generalizadas en sus programas estrella mientras crece la distancia con la media mensual de Antena 3”
Tampoco los espacios de ‘famosetes’ y telerrealidad nadan en la abundancia: ‘Secret story’ ha marcado un 10,2%, por debajo de la media de la cadena. Unos datos para muchos de los espacios referenciales de Telecinco que pondrán su continuidad en entredicho. Asunto que hace previslble en los próximos meses cambios importantes en la estructura de programación de este canal hasta ahora absoluto líder en el mercado español.
Los traspiés de Mediaset tienen que ver con el fracaso de su contraataque frente a las series turcas de las que Antena 3 ha hecho un éxito; aunque Telecinco y Divinity las programen, pero con mucha menor suerte que su rival. El ‘arma’ de Mediaset era el retorno del culebrón latinoamericano de la mano de ‘Pasión de gavilanes’, cuyo antecesor fue un enorme éxito años atrás en la cadena del grupo Planeta. Pero ‘Pasión…’ se ha convertido en un quebradero de cabeza y ha sufrido constantes migraciones en la programación y desplazamientos constantes que han afectado a la parrilla de Telecinco. Tampoco en otros países donde se está emitiendo el serial está alcanzando ni por asomo los datos de antaño.
En entredicho ha quedado el sistema de programar de esta cadena privada basado en la retroalimentación de sus contenidos y la búsqueda del ‘efecto arrastre’, donde los espacios de telerrealidad, especialmente con personajes del corazón o del mundo de la comunicación, alimentan al resto de los contenidos dando pie para hacer comentarios o desarrollar polémicas. De hecho, la telerrealidad se ha quedado como una identidad exclusiva de Mediaset, ya que el resto de las cadenas la abandonaron ante la dificultad de competir con sus canales y la maestría de Telecinco en esta temática. Ahora publicita la nueva edición de ‘Supervivientes’ en Honduras, adelantando un goteo de participantes para crear expectación en la audiencia. Por el contrario, su esperanza en el género, ‘Secret story’, no está alcanzando los datos de audiencia de sus predecesores temáticos.
No olvidemos que para las privadas la pérdida del liderazgo en la audiencia mensual tiene una relevancia no sólo de imagen, sino comercial, y la caída de Telecinco frente a Antena 3 a medio plazo genera efectos en su cotización. Con cierto nerviosismo, Mediaset busca un cambio de imagen que le hace fichar a caras conocidas de otros canales, especialmente La 1, y generar nuevos golpes de efecto para sus canales. Aunque lo que los últimos datos parecen estar poniendo en entredicho es su modelo de programación, que parecía incuestionable hasta hace pocos meses y que ahora muestra signos de decadencia en canales que viven del arrastre de audiencia entre unos y otros espacios.
Junto a esos indicadores, La 1 no consigue ganar público, uno de los objetivos de hace un año cuando llegó Pérez Tornero a la presidencia de la Corporación RTVE. En las tres primeras semanas de marzo ha tenido una media del 8,3%, aun con contenidos como el conflicto de Ucrania cubiertos con grandes medios y muy buenos profesionales, mientras La Sexta, con un 7,5% de media, le pisa los talones con menor abanico temático de contenidos que el primer canal de la pública y con menos inversión en medios y profesionales.
Se dirá que la audiencia no debe ser el primer indicador para una cadena pública que busca ofrecer un entretenimiento de calidad, pero la prolongada pérdida de espectadores es una tendencia, aunque La 1 haya demostrado en las pasadas semanas con ‘Benidorm Fest’ que es capaz de alcanzar el máximo liderazgo con una producción propia, y espera remontar audiencia en los dos próximos meses con el filón de Eurovisión. Pero como le ocurre a Telecinco con sus ‘clásicos’, las anteriores ‘locomotoras’ de espectadores ya no producen el mismo efecto de antaño, como le ocurre a ‘Cuéntame’ o a ‘Maestros de la costura’. Tampoco las retransmisiones en directo donde La 1 era imbatible repiten: la ‘Nit de la cremá’ de las Fallas se tuvo que conformar con un 4,8% en La 1.
“La 1 sigue menguando en audiencia y sus novedades no arraigan”
En este panorama, Mediaset trata de ganar visibilidad con Cuatro, que este mes de marzo se mantiene en un discreto 5,9%, muy por detrás de su rival de Atresmedia, La Sexta, a quien los magacines informativos le superan. Es precisamente el terreno de la información donde se percibe la diferencia. Para TVE este contenido es básico y esencial frente a Telecinco donde ocupa una franja pero no es identitario ni imprescindible. La pública ha mostrado el gran pulso informativo en los recientes acontecimientos ‘in situ’ de La Palma a Ucrania, pero sin que la audiencia la respalde, dado que sus diarios se quedan en número de espectadores por detrás de las privadas pese al tono periodístico e independiente de los contenidos. El único matiz a destacar sería el aumento de respaldo al Canal 24 Horas al hilo de las crisis de gran alcance, frente al desgaste de La 1.