Cultura & Audiovisual / Equipo Lux
En febrero de 1921 se estrenaba en Norteamérica ‘The kid/El chico’ la primera película de largometraje de Chaplin, que hasta entonces había hecho decenas de comedias de pocos rollos y escasa duración. Un siglo más tarde ‘El chico’ regresará a las salas de cine, también a las españolas, restaurada y digitalizada en 4K tras un sofisticado proceso tecnológico partiendo de las copias que se han logrado conservar, la mayoría sin la suficiente calidad y en fase de deterioro. El proceso lleva en sí la obtención de las mejores imágenes digitales posibles y su tratamiento para corregir defectos, eliminar manchas y las huellas del tiempo, puesto que antes los soportes de celuloide eran muy frágiles y se deterioraban con facilidad. Trabajo realizado fotograma a fotograma de manera minuciosa para eliminar defectos, permitiendo imágenes de inédita calidad. Puede parecer casi milagroso que retorne a las salas una película con cien años de existencia y que lo haga a través de un tratamiento de los materiales que han sobrevivido para que su imagen luzca con brillantez.
En lo que va de siglo se han restaurado y digitalizado varios largometrajes de Chaplin, a cargo entre otros de filmotecas europeas como las italianas; pero ninguna de las películas tiene tantos años como ‘El chico’, en lo que constituye la ocasión en la que una película con más tiempo encima vuelva a exhibirse en los cines. Aunque, en teoría, el ‘copy’ de las películas tanto como el de las obras teatrales, literarias, y musicales transcurridas varias décadas, según los países o zonas, pasan a dominio público, las restauraciones y digitalizaciones minuciosas que permiten ‘redescubrirlas’ todavía mejor y con menos defectos que al ser estrenadas, se registran como nuevas producciones con ‘copy’ renovado.
“Cuando se cumplen los cien años de su estreno se restaura en 4K el primer largo de Charles Chaplin”
‘El chico’ significó el salto del ‘cómico’ al ‘creador’ con su propia versión del mundo. Chaplin, a lo largo de su vida desarrolló una iniciativa empresarial-artística permanente que lo llevó a participar en la fundación de United Artists y a producir sus películas con libertad creativa, sin depender, excepto en la última, ‘La condesa de Hong Kong’ (1965) de las ‘major’ de Hollywood, o al menos pudiendo negociar con ellas. ‘The kid’ es un compendio de la obra de Chaplin en temas como: la mezcla del ‘gag cómico’, la comedia, y el drama. Sin dejar de lado el sentimentalismo que reaparece en una parte de su obra y que en ocasiones alcanza tonos casi patéticos. En esta historia, un niño de cinco años abandonado por una madre que espera su adopción por una familia rica es protegido por un vagabundo quien lo ayuda a sobrevivir: ‘Charlot’ en toda su potencia, dentro de un relato donde la risa se combina con el drama: uno de los ‘defectos’ de los que se ha acusado al genial Chaplin. Este conocía muy bien la situación social de los años post victorianos, de duras condiciones y trabajos infantiles. Alguna de las escenas, como cuando el niño es separado por los que trabajan en los servicios sociales, mantiene todavía una fuerza que por su patetismo provoca a menudo que los espectadores se vean obligados a sacar los pañuelos.
Lanzó al niño protagonista
Su rodaje tuvo una ‘historia paralela’: la madre estaba interpretada por Edna Purviance (1895-1958). Pero la actriz tenía problemas de alcoholismo y ello supuso inconvenientes en el rodaje para su actor-director-productor. Ella llegó a trabajar en tres decenas de películas de Chaplin, con quien se dice que mantuvo una relación. Protagonizando también ‘Una mujer de París’ (1925), una de las pocas películas ‘malditas’ dirigidas por Chaplin. En este caso por culpa de un escándalo no suficientemente aclarado casi un siglo después: apareció su nombre en un turbio suceso en el que un millonario petrolero recibió un disparo de la popular actriz del cine mudo Mabel Normand, cuya carrera también se fue al garete. El niño se llamaba Jackie Coogan (1914-1984) y en la década de los 20 alcanzó el estatus de estrella tras hacer esta película. La realidad no andaba lejos de la ficción. Chaplin lo había descubierto a una edad muy temprana bailando en un teatro de vodevil y variedades. El impacto popular de ‘The Kid’ hizo que trabajara en otras películas y se convirtiera en una máquina de generar dinero prestando su imagen a los más variados productos: de dulces y galletas a objetos de uso doméstico, sin olvidar los álbumes de cromos tan populares también en la España de la época. Pero ese dinero lo administraron su padre y padrastro: al convertirse en 1935 en mayor de edad, Coogan presentó una demanda contra el padrastro, gracias a la cual consiguió una pequeña parte de la fortuna que había dado a ganar a sus administradores. Durante la Guerra Mundial se convirtió en héroe de la batalla del Pacífico, y a a su regreso siguió haciendo pequeños papeles en cine y televisión.
“Fue declarada en 2011 ‘bien a proteger’ por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos”
Pero su película por excelencia fue ‘The Kid’, lanzado como estrella infantil en cuya ternura se identificó el público de la época. Al final de los años 50, ‘El chico’ volvía a los cines, también a los españoles, aunque el deterioro de las imágenes del mal llamado cine mudo -por cuanto se acompañaba de ‘explicadores’ o de música en directo en las salas- las había envejecido todavía más, en tiempos en los que desaparecieron para siempre la mayor parte de aquellas producciones; no sólo de Hollywood, sino del mundo, con el dato de que sólo ha podido llegar hasta nosotros un escaso diez por ciento del periodo mudo español. En los 50 no se conocían las actuales tecnologías digitales que en nuestro tiempo han convertido desvanecidas sombras en imágenes de inédita calidad. ‘El chico’ se vuelve a presentar en cines de diversos países, con una distribución selectiva, como en España, al cumplir el siglo del estreno del primer largo de seis rollos de ‘Charlot’, donde se pasaba del corto de un cómico al comediante sentimental y filósofo.