Cultura & Audiovisual / Equipo Lux ■
En las últimas semanas de año el Festival de Cine Italiano es una referencia en la capital de España con el estreno de películas que en varios casos todavía no han llegado a las pantallas de Italia. Selección de títulos que han pasado por Cannes, Venecia, Locarno, Londres, Sevilla, Valencia, Sitges y otros. El evento organizado por el Istituto de Cultura y la Embajada de Italia ofrece una posibilidad a espectadores de nuestro país, como poder ver gratuitamente las películas en ‘streaming’ en paralelo a su proyección en la sala de cine. Para quien acude tiene otro aliciente: la presencia de sus directores venidos para comentarlas y asistir a un debate-tertulia tras su finalización.
“El festival estrena películas que en 2022 han pasado por Berlín, Cannes, Venecia, Locarno y grandes festivales”
La edición de 2022 tiene varios hilos conductores, como son las distintas visiones sobre perfiles de mujeres, y la referencia a la ciudad de Nápoles imprescindible para entender algunas de las historias que se cuentan. A diferencia de ediciones de otros años donde podía haber títulos casi de relleno, en esta edición aparecen películas que se verán en próximos meses en España y cuyo interés trasciende de lo local. A sus 90 años de edad, Paolo Taviani, superviviente de los hermanos, firma ‘Leonora Addio’, dos historias sobre Pirandello, en la primera la azarosa trayectoria de la urna con sus cenizas de Roma a Agrigento, y en la segunda una adaptación de su relato ‘Il chiedo’, último texto que escribió días antes de su muerte.
El mayor interés de esta muestra corresponde a los realizadores jóvenes. ‘Piano, piano’, debut en la realización de Nicola Prosatore, cuenta una historia entrañable en clave de fábula moderna, sobre una adolescente que no conoce a su padre, vive con su progenitora en una deteriorada casa-palacio de la periferia napolitana; corrala donde malviven familias y personajes del ‘lumpen’, comunidad que va a ser expropiada para completar la construcción de una carretera. Basada en hechos reales, la historia está enmarcada en los años 80, en plena fiebre Maradona, lo que permite una reconstrucción perfecta de la época, sobre personajes al borde de la periferia social, desde la perspectiva de una chica que se inicia a la vida, lejos del manido estereotipo sobre el inicio de la sexualidad. La totalidad de las situaciones ocurren en el patio común y las casas de un espacio lleno de precariedad económica, proximidad a la Camorra; pero en lugar de derivar hacia la crónica estilo Ken Loach se enmarca en una visión de vieja fábula donde un grupo social explota tras los goles del Nápoles.
‘Agua y anis’/’Acqua e anise’, dirigida por Corrado Ceron, ofrece dos retratos femeninos, los de una antigua estrella de orquestas de provincia (una gran Stefania Sandrelli) iniciando una peculiar ‘road movie’ con una joven conductora (Silvia D’ Amico), para visitar a antiguos conocidos o amantes, que encubre la búsqueda de una eutanasia narrada desde una perspectiva carente de melodramatismo, en la que no hay lágrimas por medio, y sí un canto final a la vida. ‘Mónica’ es la tercera película de Andrea Pallaoro, director de 40 años que vive en Norteamérica. Rodada en inglés, narra con una extrema premiosidad bajo un discutible formato de pantalla cuadrada, el regreso a su casa para visitar a su madre moribunda de una mujer trans. De forma increíble, en ningún momento se dice en los diálogos que ella perteneció antes a otro género, ni siquiera si la progenitora llega a identificarla. Una película tan sensible, que recibió once minutos de aplausos del público en Venecia y que requiere una sensibilidad especial para degustarla.

El festival ha acogido el estreno español de ‘Nostalgia’ (Mario Martone), la película que Italia presenta a los Oscar y que se pudo ver en Cannes y en la Mostra de Valencia: relato trepidante con un final duro pero emotivo sobre un antiguo emigrante en Egipto que regresa a un barrio popular de Nápoles para visitar a su madre anciana y es contemplado como un extraño, con la singular relación con su antiguo mejor amigo que acaba de manera sorprendente, en un paisaje urbano donde el pasado vuelve a ser presente. Gran intensidad dramática y protagonismo del excelente Pierfrancesco Favino, nominado como mejor actor a los premios europeos de 2022.
El título más llamativo de esta selección de películas italianas inéditas lo constituye ‘Llueve’/’Piove’, dado que es también la primera vez que este festival programa una película de terror, presentada semanas atrás en Sitges. Bajo la cáscara de una historia de zombies en Roma se encierra una amarga lectura sobre la crispación post pandemia en las sociedades del sur de Europa. Con telediarios que hablan de acuchillamientos, peleas violentas y muertes, jóvenes que disputan a través de la ‘play’ a cuántos pueden cargarse, imagénes provocadoras generadas para selfis y subirse a las redes, o jóvenes ultras que se encaran al protagonista masculino y le llaman ‘comunista’ como insulto; clima que deriva en orgía de zombies que saltan a las plazas de Roma. El género tuvo en Italia nombres tan conocidos como Mario Bava, Darío Argento o Lucio Fulci.
“Nápoles y el submundo de sus tramas en un par de títulos”
Ahora es un joven director de 29 años, Paolo Strippoli, en su segunda película, el encargado de desarrollar esta producción con buen presupuesto y una soltura técnica asombrosa, un sentido de la narrativa perfecto, y un gran ritmo; lo que hace intuir un gran futuro profesional para él.
En otras décadas el cine italiano era el segundo del mundo, tras Hollywood, por su peso artístico y económico, también entre nosotros; protagonismo desdibujado en tiempos más recientes, donde en el mercado español Francia tiene más presencia, frente al cuentagotas de los escasos títulos italianos que llegan a ser estrenados. Mientras para el cine español Francia, Alemania e Italia son sus mercados naturales. En los últimos años se han estrenado en televisión series italianas y al revés. Pero son escasas las coproducciones que varias décadas atrás llegaron a ser masivas.