Cultura & Audiovisual / Equipo Lux
Las salas de cine abiertas en España siguen con recaudaciones ridículas, tanto por la inercia de una parte de los espectadores bajo el miedo a la pandemia, los horarios recortados por el toque de queda que suprimen la sesión de la noche, como por el retraimiento de las compañías de Hollywood a estrenar sus películas para no quemarlas antes de tiempo. Pese a ello, las distribuidoras independientes y algunas ‘major’ estrenan títulos de interés comercial y atractivo para una audiencia potencial que ha dado la espalda a las salas.
En las pasadas semanas todos los cines abiertos en España no superaban en sus fines de semana el millón de euros como recaudación total del sector. Cifra ridícula cuando en condiciones normales pre Covid deberían haber logrado entre 8 y 10 millones. Esta diferencia da la medida de lo que representa esta catástrofe, la peor en la historia de la exhibición en nuestro país y en otros. Varias iniciativas buscan promover el retorno de los espectadores con incentivos, más allá del eslogan “La cultura es segura”, y la promoción se apoya en ofertas de precios.
“Para incentivar la vuelta a las salas distintos complejos del barrio lanzan quince días de descuentos con entradas desde 3,90 y 2,90 euros”
En Madrid cinco complejos de salas del barrio de Chamberí pertenecientes a distintas empresas exhibidoras, entre ellas grandes como Yelmo o Cinesa con capital foráneo, e independientes españolas, lanzaron en pasados días la ‘Quincena de los Cines de Chamberí’ donde todos los abiertos -uno de ellos, el complejo Paz sigue sin celebrar sesiones- lanzan una oferta equivalente a la ‘Fiesta del Cine’ cuya última edición tuvo lugar hace dos años. Sesiones desde 3,90 euros (en taquilla) y 2,90 (a través de la web) con estrenos, preestrenos y clásicos dentro de una programación variada.
Antaño en la capital de España hubo dos ejes fundamentales del cine, la Gran Vía y la Calle de Fuencarral con algunos otros locales diseminados por barrios como Salamanca, Argüelles, Cuatro Caminos y la periferia. Hoy tan sólo sobreviven tres salas en Gran Vía y alrededores que alternan con eventos, y unas pocas en los de Fuencarral y Chamberí. Habiendo desaparecido prácticamente las salas de casi todos los barrios, aunque algunos tengan una población superior a la de la mayor parte de las capitales de provincia.
El destino de muchos cines es su cierre y conversión en gimnasios o supermercados. Éste ha sido el precedente con las salas compradas por la cadena alemana Aldi, ahora grandes establecimientos de proximidad (Roxy, Canciller, Victoria, Lido…), Lidl (Marvi, San Blas…), y muchas otras hasta casi la totalidad de los antiguas salas. Tras los efectos de la pandemia sanitaria y económica las consecuencias pueden acelerarse. Se diría lo mismo de Barcelona, donde en los últimos meses cerraron definitivamente varios complejos de salas emblemáticas. Mientras algunas capitales de provincia podrían quedarse sin salas de cine.
El peso de la crisis política
Las distintas empresas programaron una presentación por todo lo alto de una iniciativa que apoya la Comunidad de Madrid. Con la ‘vuelta del cine’ y los ‘photocall’ en el cine Proyecciones de la calle Fuencarral, y el estreno de ‘Minari. Historia de una familia’, película producida por la marca de Brad Pitt y dirigida por Lee Isaac Chung, coreano-norteamericano, que figura como una de las favoritas para los Oscar junto a ‘Nomadland’.
Para la convocatoria del acto se contaba con la presencia de Marta Rivera de la Cruz (consejera de Cultura de la CAM), Gonzalo Cabrera (director general de Promoción Cultural), Manuel Cristóbal (asesor audiovisual), junto a Beatriz Navas, directora general del ICAA-Ministerio de Cultura. Además de Andrea Levy, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid. Pero unas horas antes, Isabel Díaz Ayuso decidía por sorpresa convocar elecciones en Madrid y destituía a todos los cargos de la Consejería de Cultura, que en unas pocas horas se encontraron compuestos y sin sillón. Pese a estar anunciado ninguno apareció ni intervino en el acto, como sí lo hizo en cambio la directora general del ICAA. Al Ministerio de Cultura no le afectan las peleas entre el PP y Ciudadanos.
La idea promocional de estos complejos de un barrio, uno de los pocos donde todavía quedan salas de cine en funcionamiento, podría repetirse en Barcelona donde se estudian iniciativas para favorecer el retorno de los espectadores a las salas. Las promociones que representan cerca de un 50% menos del precio habitual intentan recuperar a parte de los espectadores perdidos, aunque todavía hay muchos complejos que sólo funcionan los fines de semana, y otros han echado momentáneamente el cierre.
“La iniciativa podría repetirse en Barcelona y otras zonas tras el peor año en la historia de la exhibición”
Los empresarios de cine, tanto españoles como de otros países, echan parte de la responsabilidad a las grandes compañías de Hollywood que no se están exponiendo a estrenar sus títulos, retardados mes a mes, temporada a temporada, o ubicados al cómodo regazo de las plataformas. Buena parte de los cines siguen abiertos aunque pierdan dinero a chorros y esperan recuperar estas pérdidas con la presencia de títulos competitivos de gran presupuesto. Pero éstos llegan a cuentagotas y por el momento son las distribuidoras nacionales, muchas de ellas con excelente cartera de títulos, los que a sus expensas sostienen los cines abiertos, aunque con recorte de horarios.
Este fin de semana es clave, y no sólo en Chamberí, sino en toda España, para evaluar si se pasa de una situación gélida a una vía a la normalización. En un puente como éste, y el que vendrá más tarde de la Semana Santa, con limitaciones al desplazamiento fuera de las Comunidades, los cines tendrían que mejorar sus taquillas. Aunque también se esperaba las pasadas Navidades, y el milagro no se produjo. Los datos se sabrán el lunes próximo: si la totalidad de las salas superan los 2.500.000 en total estarían en el buen camino, aunque esa cifra sólo signifique un 25 o 30% de lo que se recaudó en esa misma fecha de 2019.