Crónica económica / José García Abad
Estábamos acostumbrados a escuchar la advertencia de los economistas y la queja empresarial de que el aumento de la inflación se debía al crecimiento de los salarios. La cosa ha cambiado espectacularmente, en “términos históricos, según el Banco Central Europeo (BCE), lo que por cierto es también una revisión histórica que rompe con su tradición de regañina sobre la influencia salarial sobre la inflación.
“El BCE advierte de que el impacto en 2022 de los beneficios empresariales sobre el crecimiento de la inflación ha sido “excepcional desde una perspectiva histórica”
Ahora el BCE advierte de que el impacto en 2022 de los beneficios empresariales sobre el crecimiento de la inflación ha sido “excepcional desde una perspectiva histórica”. Y apunta de forma especial a los siguientes sectores: agricultura, energía, industria, construcción, hostelería y restauración.
Según el Banco de España, diversos indicadores apuntan a que la traslación de los incrementos de costes a los precios ya está teniendo lugar. Y señala que en los últimos trimestres las presiones inflacionistas se han generalizado —más allá de los insumos energéticos—, y que son evidentes ya en una proporción muy significativa de los bienes y servicios en la cesta de consumo de los hogares.
En la misma dirección apunta la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), que, de forma cualitativa, pone de manifiesto que las empresas españolas han venido incrementando sus precios de venta recientemente. Los costes laborales crecieron un 5,7% en la eurozona en el cuatro trimestre de 2022, mientras que la inflación se situaba en el 9,2%.
Los grandes beneficios incrementan el empleo, pero no los salarios
Mas allá de las responsabilidades inflacionistas, se constata que los beneficios empresariales están desbocados. Según la Central de Balances del Banco de España, las empresas notificaron un crecimiento del beneficio neto del 91,3% respecto al cuarto trimestre de 2021, un aumento de la cifra de negocios del 41,3%, y una rentabilidad sobre el activo que creció un 5,5%.
“La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha incitado a que se introduzca un poquito de justicia social por medio de un pacto de rentas”
Es una buena noticia que los beneficios empresariales crezcan de forma trepidante lo que repercute sobre el empleo, pero no se confirma la relación directa con el comportamiento de los salarios. Se está produciendo un evidente desfase en perjuicio de los trabajadores.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha incitado a que se introduzca un poquito de justicia social por medio de un pacto de rentas. “Muchas empresas –enfatizó- pudieron aumentar sus márgenes de beneficio en sectores que enfrentaban una oferta restringida y una demanda al alza”, ante lo que Lagarde abogó por “un reparto adecuado de la carga”.