Luis Carlos Ramírez
“Lo que Casado eleva a victoria nacional, cual «moción de censura democrática» al sanchismo, no es sino el éxito personal de la presidenta de Madrid que precipita el hartazgo y la preocupación ciudadana desde que comenzó la pandemia. La contienda se salda con no pocos muertos y damnificados políticos –Iglesias, Arrimadas, Gabilondo– y un serio aviso al socialismo personificado en el presidente Sánchez tras bajar a la arena autonómica. La portavoz Adriana Lastra culpa al gurú Iván Redondo de “cargarse el partido”. La masiva vacunación y reducción de contagios facilita el fin del Estado de Alarma”
El arrollador triunfo de Ayuso en Madrid provoca un tsunami que irradia la política nacional cuyas repercusiones y consecuencias todavía están por ver. La candidata ‘popular’ y presidenta de la Comunidad prorroga dos años su mandato con un éxito sin precedentes que consolida el liderazgo del PP, neutraliza las formaciones de izquierda, propicia la salida política de Iglesias, fagocita el voto centrista de Arrimadas hasta hacerlo desaparecer y aglutina el descontento contra Sánchez tras bajar a la arena autonómica madrileña.
Lo que el partido de Casado eleva a victoria nacional, cual «moción de censura democrática» al sanchismo, no es sino un éxito personal de la candidata ‘popular’ que precipita el hartazgo ciudadano desde el comenzó de la pandemia: gestión sanitaria, malestar por los confinamientos, cierres perimetrales, desplome económico, desaparición de empresas, incremento del paro…
Tras los severos reveses del PP en Cataluña y Euskadi su líder echa mano de la euforia para vaticinar que Madrid “es el kilómetro cero del cambio en España”. Según el líder de la oposición, lo ocurrido en el ‘rompeolas de las Españas’ es un punto de inflexión que puede “unir” a todo el centroderecha y el constitucionalismo para ganar a Sánchez. “¡Hay partido, hay esperanza!», proclama Casado, mientras su baronesa más aventajada –Ayuso– predice que «en La Moncloa tienen los días contados”. El dirigente ‘popular’ pretender sacar rédito inmediato exigiendo un Debate del estado de la Nación con el que presentarse como única alternativa real, en el que Sánchez y el Gobierno «deben dar la cara y rendir cuentas».
Euforia y moción de censura
Semejante optimismo no es para menos tras los ‘muertos’ y damnificados políticos que deja la batalla madrileña: el partido del Gobierno (PSOE) y su candidato (Gabilondo) más que tocado, sobrepasado por Más Madrid –la formación errejonista fundada hace apenas dos años– tras dejarse 270.000 votos, mientras el centro reformista de Arrimadas y Bal desaparece del feudo autonómico con un descalabro de medio millón de votos y 26 diputados. Peor sale el partido del exvicepresidente Iglesias que, pese a ganar tres escaños, continúa en la irrelevante oposición, sin apenas referentes después de su dimisión y ahora retirada política, cuya precipitación se atribuye la propia presidenta de Madrid. La ligera subida de Vox consolida el bloque de centroderecha aunque neutralizando su sostén del Ejecutivo territorial, que podrá gobernar en solitario. Abascal pide elecciones por considerar que el Parlamento ya “no representa la voluntad de la nación”, anunciando que llevará a los tribunales al presidente del CIS, José Félix Tezanos, por “haber falseado datos, es un gigantesco acto de corrupción”.
Aviso a Sánchez
Más allá del entierro del disputado centro político que tanto Sánchez como Casado han pretendido manejar, el desenlace también ha dejado tocado al Partido Socialista, y de paso al Gobierno, cuyo presidente ve contestada su labor en los catorce meses de gestión de la pandemia. La vicepresidenta, Carmen Calvo, asume la culpa de no haber acertado en la estrategia, mientras ve “difícil entender” la pérdida de tanto electorado que achaca el desgaste del Ejecutivo.
Otros dirigentes consideran que se trata de un aviso al propio Sánchez tras bajar a la arena, quien ahora debería tomar la iniciativa con cambios en el Consejo y anuncios políticos de calado para digerir la situación. Los primeros se traducen en la demonización de la mano derecha del presidente, Iván Redondo, que según Adriana Lastra “se ha cargado el partido”. A ello seguirá la defenestración en diferido de Gabilondo –cuyo liderazgo madrileño tiene los días contados– y el adelanto de las primarias andaluzas para apartar a Susana Díaz en beneficio del edil sevillano Juan Espadas. Las injerencias de Ferraz y la Moncloa con mensajes contradictorios impuestos al candidato figuran como detonantes de la catástrofe que provocó más de un enfrentamiento interno. Las fallidas mociones de censura en Murcia y Castilla y León precipitan estos lodos que pasarán a los anales de la estrategia como el ejemplo para desencadenar justo el efecto contrario en tiempos de profunda tribulación social.
Estado de alarma
El Gobierno deja en manos del Supremo la última palabra sobre las restricciones de movilidad tras el fin del estado de alarma con críticas y aceptación por parte de las autonomías. Las comunidades podrán recurrir en casación al Alto Tribunal si las Cortes Superiores de Justicia de los respectivos territorios anulan las restricciones que se impongan tras el 9 de mayo. La paulatina reducción de contagios y muertes tras la masiva vacunación en todo el territorio nacional aminora el peligro de entrar en un “Estado judicial” que el Gobierno descarta. El Ejecutivo defiende que la situación se puede manejar sin el paraguas de la excepcionalidad, reclamando la autorización judicial al amparo de la vigente Ley de Salud Pública.
Lapidario
“Se ha cargado el partido”
Adriana Lastra. Portavoz del PSOE
(culpando a Iván Redondo de la errática estrategia electoral).
Nombres Propios

Iglesias cierra la puerta y sigue a Rivera
Después de una aventura política de siete años, del ‘asalto’ al poder y apenas año medio de polémica gestión gubernamental, el líder de Podemos abandonar la vida pública y cierra finalmente la puerta. Iglesias sigue la estela de Rivera –por una derrota ejemplar– tras el fiasco de la ‘nueva política’ que las bisoñas generaciones no han sabido digerir. Los afines del exvicepresidente alaban su legado y contribución a la democracia. La oposición le recuerda que lo echan los ciudadanos por lo que hay “mucho que celebrar”. La salida de las instituciones deja a Iglesias a merced de los tribunales por los casos ‘Dina’ y la denuncia de una exempleada.

Tabernario Tezanos
La insólita actitud del presidente del CIS de utilizar el instituto de sondeos de manera tendenciosa y persistente provoca el rechazo de la mayor parte de la clase política y el descredito de la institución. Lo que comenzó elaborando encuestas con horquillas de hasta diez escaños de diferencia, ha continuado con un cambio de medición mensual, el agrupamiento de prospectiva por bloques ideológicos y hasta la realización de encuestas el mismo día de la reflexión. La oposición exige el cese del otrora reputado encuestador tras criticar la “escasa entidad intelectual y política” de Ayuso y la “tabernidad” de sus votantes.