Cultura & Audiovisual / Equipo Lux
Durante años el serial latinoamericano fue imbatible en las televisiones. A España llegó con el comienzo de las emisiones matinales de TVE mediados los años 80, para saltar a la sobremesa, con éxitos como ‘Los ricos también lloran’, ‘Cristal’, ‘Rubí’ y una larga lista de procedencia mexicana, venezolana, argentina… Aparecía con una ventaja: no necesitaba doblaje. La afluencia de material a precio muy competitivo colocó esa producción en autonómicas y locales. Hasta que se produjo la sobresaturación del género, dentro del que también se hicieron coproducciones con España. Finalmente iban a sufrir el relevo por producciones españolas de mucho más alcance que los melodramas sentimentales, como las que ofrecen La 1 y Antena 3 en los horarios de tarde, algunas de las cuales han tenido exportación hacia países de Europa y América Latina.
“2.543.000 espectadores siguieron la emisión del capítulo del domingo de ‘Mujer’, que repite resultados en días sucesivos de la semana”
En paralelo, autonómicas de Galicia, Cataluña, País Vasco o Comunidad Valenciana acogieron sus propias producciones en sus respectivas lenguas, incluso Canal Sur produjo contenidos andaluces mientras Telemadrid hizo escarceos junto a canales de Forta. Además estaba la enorme producción de Brasil, algunos de cuyos títulos estrella llegaron a España, con el inconveniente de que debían ser doblados. Durante unos años Brasil dominó la producción en América Latina en toda clase de géneros, algunos tan exóticos como el melodrama bíblico (‘Los diez mandamientos’).
Esos precedentes han sido arrollados literalmente por la presencia de las series turcas. Su aparición en canales españoles empezó de forma tímida diez años atrás. Una de ellas, ‘Las mil y una noches’, versión contemporánea del mito de Scherezade, se vendió a varios países de habla española y llegó a España casi de tapadillo. ‘Fatmagüll’ llamó la atención aprovechando la nueva ventana que ofrecían los canales ‘para mujeres’, término irritante por su reduccionismo: Nova y Divinity. Meses atrás, las series turcas saltaban a los canales a) tras el sorprendente eco en los especializados, donde se convirtió en fenómeno un actor totalmente desconocido, Can Yaman, con una visita a Madrid hace dos años que sorprendió a los medios.
La irrupción de estas series en los canales a) de Atresmedia y Mediaset llegó a finales de 2020 y aparecía vinculado a la realidad de la pandemia, con toques de queda y supresión de la vida nocturna. Varios meses después, y tras varios títulos, Antena 3 sigue dando la campanada con ‘Mujer’: el último domingo tuvo 17,3% de audiencia y 2.543.000 espectadores, y esta semana ha repetido programación en los tres primeros laborables con casi el 19%. Este canal fue el primero en ofrecer dichos contenidos en el ‘prime time’ de la noche aprovechando el ajuste de perfil de la audiencia en tiempo de pandemia.
Mediaset rivalizó adquiriendo un amplio paquete de series turcas, programando a partir de enero ‘Love is in the air’ con resultados inferiores a los del canal de Planeta. Su emisión ha sufrido constantes altibajos, cambios de horario de emisión, y sesiones alargadas hasta la madrugada. En su último día de emisión ha marcado casi un millón de espectadores. En cualquier caso, están los segundos canales tanto de una compañía como de otra, Nova y Divinity, que las programan a diferentes horas del día.
Este material es un reclamo para las dos plataformas en ‘streaming’ y de abono de Atresmedia y Mediaset, Atresplayer Premium y Mitele, que ofrecen todas las posibilidades: desde estrenos antes de emisión en abierto a temporadas completas… O por lo menos las que se han recibido y están dobladas, pues algunas se encuentran en su país de origen en la producción de su nueva temporada. De esta manera se encuentran en las plataformas títulos como ‘Te alquilo mi amor’ (Mitele), ‘Fugitiva’ (Atresplayer), Amor prohibido (A3),dentro de una lista creciente.
La repercusión lleva a Netflix a incluir al menos una decena de series, dentro de lo que constituye un filón en un país donde se producen cada año cerca de un centenar. Una de las singularidades es el abanico de temas, centrados especialmente en el melodrama romántico, aunque también se hacen épicas, de aventuras y comedias, pero éstas tienen difícil encaje en nuestro país. Llama la atención las diferentes duraciones de los capítulos, y el número de los mismos, que en algunas alcanza las 90 entregas. Los canales readaptan esos minutados a sus condiciones, más allá de la hora estándar de la ficción que actualmente se produce entre nosotros, hasta emitirse capítulos seguidos como en alguna de las dilatadas veladas de ‘Love…’ en Telecinco. En la actualidad, las series turcas están presentes en 150 países del mundo, lo que da la medida de su éxito comercial.
“Sólo las televisiones públicas (TVE y Autonómicas) se resisten a adquirir este material”
Es constatable el escaso interés de las televisiones públicas españolas por estas series, formalmente muy cuidadas, de estética publicitaria, siempre con protagonistas con físico de modelos, argumentos descontextualizados donde Estambul o cualquier otra ciudad de ese país podría ser Londres o Manhattan, con mujeres que no visten bajo códigos restrictivos, sino plenamente occidentales, y tramas sobre los patrones de viejos géneros convencionales. Con un problema: el precio de los doblajes al castellano peninsular y la rapidez con la que deben realizarse tan cerca del día de emisión.
La sobresaturación en las parrillas puede acabar con la gallina de los huevos de oro antes de lo que se piensa. De momento, aporta una parte importantísima del ‘share’ mensual de Antena3 mientras para Telecinco ‘Love is…’ es sólo un complemento. Pero redirecciona hacia los canales de pago y los b).