Crónica Económica / N. Díaz
La espiral de la inflación es endemoniada. El 51% de las medianas empresas prevé subir precios este año para enfrentar la crisis, según un amplio estudio de Grant Thornton, que lleva por título ‘Pulso de la Mediana Empresa Española‘ de 2022. En comparación con los primeros meses de 2021, el porcentaje de empresas que prevén subir los precios se ha incrementado un 18% y, en comparación con el dato de otros países europeos, se da una diferencia de hasta cinco puntos porcentuales.
“En comparación con los primeros meses de 2021, el porcentaje de empresas que prevén subir los precios se ha incrementado un 18% y, en comparación con el dato de otros países europeos, se da una diferencia de hasta cinco puntos porcentuales”
Por el contrario, solo un 12% de los directivos reconoce que tiene margen para reducir los precios en los próximos meses, lo que refleja que este fenómeno es una tendencia generalizada en el tejido empresarial español. El contexto inflacionista actual, con un IPCsituado en el 9,8% interanual «aupado por la subida de precios de la energía y un aumento generalizado de los costes», lleva a los empresarios a tomar medidas «inmediatas» para hacer frente a la nueva realidad. «La inflación y los efectos perniciosos de la guerra de Ucrania emergen como uno de los principales retos para la empresa mediana española. La invasión bélica ha generado movimientos geopolíticos, sociales y económicos que han propiciado una tensión generalizada en los precios e inquietud empresarial a medio plazo», explica el documento. No obstante, aunque el aumento de los costes de la energía, transportes y laborales están generando desafíos «profundos», estos son identificados como «puntuales». «Es importante que las empresas estén bien informadas de la verdadera magnitud de estos factores y de las soluciones que pueden hallar en este proceso, orientadas a la optimización y reducción de costes», ha subrayado el socio de auditoría de Grant Thornton, Álvaro Fernández.
Alguna nota optimista hay. En lo relativo a las inversiones, el 40% de los directivos de medianas empresas apuesta por un incremento en los próximos doce meses, tres puntos más que a principios de 2021. Por segmentos, los activos intangibles son donde se espera que se concrete el grueso de las inversiones. Así, el 43% de los directivos prevé invertir en el próximo año en nuevas plantas y maquinaria y un 26% en edificios de nueva construcción.
Y no es el único estudio al respecto. Un 60% de las pymes admite ya que ha tenido que subir sus precios para contrarrestar o, al menos, compensar en parte, el encarecimiento de sus costes. Esta subida, no obstante, les penalizará en las ventas. Así se desprende del barómetro recién publicado por Cepyme, la patronal de las firmas pequeñas y medianas, que refleja un panorama pesimista para estas compañías que representan al 99% del tejido productivo en el país. Según los resultados, más del 94% de las empresas se están viendo afectadas por la inflación -un 62% de forma intensa-. Más del 70% de las empresas sufren una subida de precios de los suministros, de las materias primas que utilizan para operar, y un 29% en especial de la factura eléctrica. El IPC subió en marzo un 9,8% interanual, con una subida de los precios de la electricidad del 107,8% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Y todo pese a que, la luz está dando un pequeño respiro. En los últimos días el precio de la electricidad en el mercado mayorista (pool) ha descendido hasta el entorno de los 85 euros por megavatio hora (euros/MWh), cerca de un 25% menos que unos días antes. El martes pasado alcanzaba su nivel más bajo desde el pasado 31 de octubre. Los expertos lo tienen claro: ha sido gracias a las renovables.
El pasado 29 de marzo, el Gobierno aprobó un Plan Nacional para hacer frente al impacto de la guerra en Ucrania que incluye, entre otras medidas, la prórroga de la rebaja fiscal sobre los impuestos que gravan el recibo de la luz hasta el próximo 30 de junio, así como la ampliación del bono social eléctrico hasta alcanzar los 1,9 millones de hogares beneficiarios.
“Según datos de Cepyme, más del 94% de las empresas se están viendo afectadas por la inflación. Más del 70% sufren una subida de precios de los suministros, de las materias primas que utilizan para operar, y un 29% en especial de la factura eléctrica”
Además, se adoptó una actualización anticipada y extraordinaria del régimen retributivo regulado de las renovables, la cogeneración y los residuos (Recore) con un ajuste de 1.800 millones de euros con el que se bajan los cargos de la factura de la luz. Y aún hay espacio para as medidas. Podemos, por ejemplo, ha pedido que las compañías eléctricas se hagan cargo de una rebaja del 40% del precio de la factura de la luz durante seis meses a modo de ‘tasa Iberdrola’, con el fin de que ayuden a costear con sus beneficios los elevados precios de la electricidad. Su portavoz, Pablo Fernández, ha propuesto dos medidas en materia energética, tras la ejecutiva de su partido, para que las familias puedan hacer frente a la escalada de los precios de la electricidad y, además de pedir que se prohíban las cláusulas de permanencia en los contratos de las compañías, ha instado a que se amplíe el bono social eléctrico a aquellas familias con ingresos inferiores a 40.000 euros al año.