Como ya contábamos en una confidencia de ‘El Nuevo Lunes’ titulada “La ignominiosa historia de los herederos de Luis García Cereceda, gran empresario y protector de presidentes de gobierno en apuros”, éste hizo favores a los presidentes Adolfo Suárez y a Felipe González, lo que no quiere decir que este último hubiera intervenido en el juicio a José Manuel Villarejo en lo que se refiere a la imputación de la hija de Cereceda, fallecido en junio de 2010, Susana García Cereceda, por haber contratado al excomisario para vigilar a su hermana Yolandaen lo que a la herencia del padre se refiere.
Ahora, Villarejo, siguiendo su técnica de enmerdar a todo bicho viviente, se defiende tratando de implicar a González en el asunto. Apela para ello a Jesús Barderas Martín, un personaje impresentable ligado a la trama panameña del chiringuito evasor de impuestos Mossack Fonseca, que exhibe una amistad de toda la vida con el expresidente que no fue tal, aunque Barderas se acercó a González utilizando su nombre en vano.
Siempre desconfió de este personaje, un trepa que se apuntó al partido creado por Francisco Fernández Ordoñez, que antes de ingresar en el PSOE había creado un minúsculo partido denominado PAD, quien al ser nombrado presidente del Banco Exterior de España, y en consecuencia de su filial el Banco de Alicante, le colocó como director de su gabinete, puesto que éste utilizó para sus negocios particulares, hasta el extremo de que cuando Ordóñez dejó el banco al ser nombrado ministro de Asuntos Exteriores pidió que lo cesaran.
«El señor Felipe González –declaró Villarejo ante la Audiencia Nacional–, a través de su testaferro, amigo, socio o como quieran llamarle en República Dominicana, Jesús Barderas, al que yo conocía y conozco, me pidió que ayudara al problema que tenían las hijas de su gran amigo, que había fallecido». (…) De ahí el interés que tenía el propio Felipe González» (…) «Tiene mucho interés el presidente en que ayudes a la hija de su amigo».