A pesar de los rumores adversos que se repiten en la prensa cada cierto tiempo, tanto Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, como Sánchez Llibre, que lo es de la patronal catalana Foment del Treball, se sienten bastante seguros de ser reelegidos al frente de sus respectivas organizaciones.
Y, desde luego, lo que se desvanece en el aire es la supuesta conspiración entre el catalán Sánchez Llibre y el de la organización madrileña Cepyme, Miguel Garrido, una conspiración de escasa base ya que ambos han apoyado sin reservas a Antonio Garamendi.
Hoy no se producen en CEOE las tensiones que se produjeron en su día entre el catalán Juan Rosell y Antonio Garamendi con el conflicto catalán de fondo. Sánchez Llibre, que fue diputado por Convergencia, no es independentista pero los que sí lo son, los que integran Eines de País, el movimiento impulsado por la Assamblea Nacional Catalana (ANC) que logró liderar la Cambra de Barcelona y Pimec, ya han asegurado que no pretenden dar la batalla por el control de Foment. Y es que la fiebre independentista ha bajado de grado.
El presidente de Foment, que ha adelantado las elecciones que se tenían que celebrar en noviembre a este mes de julio, afronta su último mandato al cumplirse su tercero, que es el límite estatutario, y se propone conseguir que regresen a Cataluña las empresas que se fugaron, entre ellas la emblemática Caixa, tarea que considera difícil pero no imposible.