Sucedió en el Congreso de los Diputados hace algo más de una semana. Se discutía de impuestos, de subidas y bajadas en la crisis actual. La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, le afeaba al diputado de Vox José María Figaredo que “hay que tener cuajo» para «hablar de cuestiones que tienen que ver con la corrupción” siendo sobrino del exministro, expresidente de Bankia y ex director gerente del FMI, Rodrigo Rato. «No se pongan nerviosos, tiene ustedes la mandíbula de cristal después de las barbaridades que plantean», le decía Montero. Figaredo le respondía que era «innecesaria» esa mención a su familia y subrayaba que le resultaba incoherente hacerle pagar por los «errores» de su tío y en cambio querer que el Estado se apropie de parte de la herencia de sus padres con el impuesto de sucesiones. «Quiere que pague por la herencia de mis padres y también por los errores de mis antepasados».