“Queremos volver a viajar”, dicen muchos ciudadanos franceses, más contentos que unas pascuas con la idea de pasar Navidad y Fin de Año en el extranjero. Se trata de viajes planificados desde hace tiempo y que ahora están en el alero por la peor situación sanitaria y la aparición de la variante Ómicron. El Gobierno francés intenta que racionalicen la situación, según publica el diario Le Figaro. En concreto, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, les dice que no cancelen sus planes y asegura que quien ha elegido un destino dentro del espacio Schengen no tendrá problemas. “No vamos a cerrar las fronteras de la UE como hicimos en la primera y segunda ola”.