Joseph María Oughourlian, de ascendencia armenia, nacido en Beirut y trasladado a París donde realizó sus estudios universitarios e inició su carrera profesional antes de establecer su base en Londres, fundador y dueño del fondo Amber Capital, ha tardado dos meses en decidir que la persona más adecuada para sucederle como presidente de Prisa era Joseph María Oughourlian.
Dos meses son los que transcurrieron entre la defenestración organizada por él de Javier Monzón y su elección para presidir la editora en la junta del viernes 18 de diciembre de 2020 y el pasado martes 23 de febrero (23-F) en que el Consejo de Administración presidido por Joseph María Oughourlian decidió que éste continuaría de presidente de la compañía.
Durante estos dos meses Joseph María Oughourlian se debatió en la duda. Inicialmente pensaba mantenerse como vicepresidente mandón y elegir un presidente decorativo con connotaciones históricas, del fundador, que bien podría ser Manuel Polanco, hijo de Luis Polanco, quien sucedió a Juan Luis Cebrián en diciembre de 2017 en la presidencia del grupo, que es cuando se produjo la gran convulsión de la editora enfrentada por deudas inasumibles.
Pero al cumplir Oughourlian el pasado 15 de febrero los 49 años lo celebró decidiendo que no necesitaba a ningún Polanco. No será presidente ejecutivo ni falta que le hace. Es el primer accionista de PRISA superando a los Polanco al acumular un paquete del 29,8 % de su capital, y preside la Comisión Delegada, o sea el Ejecutivo de la empresa, su Gobierno.
Y está rodeado de gente fiel como Rosauro Varo, designado vicepresidente no ejecutivo en el último consejo que también está en el Ejecutivo. Varo está muy ligado a Telefónica, que facilitó la destitución de Monzón y es consejero del diario digital ‘El Español’ presidido por Pedro J. Ramírez y del portal financiero Invertia que Telefónica vendió a la empresa de Ramírez, quien fuera la bestia negra del anterior presidente de Telefónica, César Alierta.