La condena al presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que representa a 15.000 alojamientos, Jorge Marichal, por delito fiscal ha desencadenado una batalla campal en el sector, especialmente entre la propia asociación de hoteles y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que le ha forzado a dimitir de sus cargos en el interior de la confederación: del Consejo de Turismo de la CEOE y en la Vocalía de la Junta Directiva de la patronal española.
Jorge Marichal fue condenado por un delito de fraude fiscal por el que en un principio fue dictada pena de prisión, que fue conmutada en julio de 2019 por la multa de 585.896 millones por la no declaración del impuesto de sociedades en la venta de nueve apartamentos.
Marichal, además de presidente de la CEHAT, lo es de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Santa Cruz de Tenerife, Ashotel, y de las de La Palma, La Gomera y El Hierro. Dimitió como presidente del Consejo de Turismo pero no como vicepresidente de la CEOE-Tenerife, ni desde luego de la CEHAT, donde ha convocado elecciones a las que se vuelve a presentar.
El comité ejecutivo de la CEHAT, menos su vocal en representación de la Rioja, Jaime Garcia-Calzada, mostró su «firme respaldo» al presidente Marichal, al que le pidió que continúe al frente de la asociación al entender que se exhibe “un asunto de ámbito estrictamente personal sin relación con la representación empresarial y acaecido hace más de una década”
García Calzada, a quien Garamendi colocó al frente de los citados puestos en la Confederación, pidió la dimisión de Marichal de la patronal hotelera. «Creo –dijo– que debería dimitir, y si no dimite él, dimito yo».
Aprovechando las aguas revueltas, Simón Pedro Barceló, competidor aéreo del tinerfeño Marichal en Canarias, ha presionado para que Marichal no siga al frente de la patronal hotelera.
Las pasiones están a flor de piel, de lo que da idea el artículo de Noelia de Ayreflor en ‘Preferente.com’, que se proclama “líder en turismo”, en el que puede leerse: “La ruindad se está extendiendo entre la alta clase empresarial turística, si no a la par que la indecencia y mezquindad de los políticos, sí a un ritmo creciente e insólito. Lo que se está viviendo estos días en el seno de la comisión de turismo de la CEOE en contra de Jorge Marichal es una prueba de la vileza de algunos empresarios”.
Denuncia que “el objetivo final de los estrategas conspiradores y conspiranoicos es cargarse a Marichal por haber impulsado una línea aérea y demostrar a la opinión pública que en turismo sólo manda la CEOE. Y concluye: ”Rivalidad empresarial siempre la ha habido , pero nunca a este nivel de juego tan sucio. Por haber, hay hasta topos y espías actuando en ‘lobbies’, asociaciones y empresas. Ni en los libros del gran Le Carré…