Las decisiones adoptadas por la canciller Angela Merkel para frenar los efectos de la segunda ola de la pandemia serán demoledores para el sector del automóvil en nuestro país. Merkel se ha visto obligada a tomar medidas muy restrictivas para frenar los contagios, como el cierre de los concesionarios alemanes hasta mediados de enero. Parece que este ‘cerrojazo’ ha agravado las malas expectativas de la industria de nuestro país, ya que Alemania es uno de los principales destinos de las exportaciones de nuestras fábricas, cerca del 30% del total. Es decir, la gota que colma el vaso en un año horrible para el sector.