El actual presidente brasileño, que acaba de visitar España, mantiene la política de su predecesor en el cargo, respecto a las compras masivas de diésel ruso, pese a las sanciones impuestas a Putin. Los expertos estiman que la mitad del diésel que llega por vía marítima a la economía brasileña procede de Rusia. En concreto, el porcentaje ha pasado del 0,3% al actual 51%, lo que se traduce en que el suministro se ha elevado hasta 662.000 toneladas entre enero y marzo de este año, mientras que en todo 2022 apenas supusieron 70.000 toneladas. Ya en su día, el que fuera ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Carlos Franca, con el Gobierno de Jail Bolsonaro, declaró la intención del país de comprar todo el diésel que pudiera a Rusia.