Este colectivo, uno de los protagonistas de la reforma laboral y moneda de cambio con la que Yolanda Díaz pretendía convencer a ERC para que apoyara el texto en el Congreso, lanza un órdago al Gobierno. Los inspectores y subinspectores de Trabajo y Seguridad Social se han puesto manos a la obra y preparan movilizaciones de cara al mes de marzo, que contemplan incluso llegar a convocar una huelga, si el Ejecutivo no desbloquea y cumple con el acuerdo formalizado el pasado mes de julio con el Ministerio de Trabajo para el refuerzo de plantilla y material y la mejora de unas condiciones…que “no cesan de empeorar y tanto el Ministerio de Trabajo y Economía Social como el de Hacienda y Función Pública están llegando a un punto de absoluta irresponsabilidad que puede derivar en un conflicto como jamás se ha producido en el seno de este organismo”, se quejaba CCOO tras las asambleas celebradas en los centros de trabajo de Madrid de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.