El recién presentado Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), no ha caído demasiado bien entre el sector del gas que se las prometía felices con la expansión del llamado hidrógeno verde y su transporte por sus gasoductos. El mecanismo propuesto reparte el coste de las renovables, la cogeneración y los residuos entre todos los vectores energéticos: electricidad, gas natural y petróleo en función de sus ventas, y por eso, todo el mundo se ha puesto alerta. Los primeros, lLa Asociación Española del Gas (Sedigás), que se ha puesto a disposición de la Administración para analizar el contenido del susodicho fondo, pero ha pedido ya de antemano que «no se ponga en riesgo al sistema gasista español». La Asociación asegura que seguirá trabajando en extender la producción de gases renovables e hidrógeno dentro de la red de gas «para apoyar los grandes objetivos medioambientales de 2030 y 2050».