Por eso, una de las mejoras que se van a emprender en el Congreso de los Diputados es renovar el sistema de sonido para que los diputados, sobre todo los situados en las últimas filas, lo que coloquialmente se denomina gallinero, tengan una mejor acústica. Se trata de una mejora que se venía pidiendo desde hace tiempo y será ahora cuando se pongan manos a la obra. Esta pequeña reforma provoca comentarios entres sus señorías y los periodistas. De hecho, ya se hacen bromas con la posibilidad de oír todo lo que se diga en el hemiciclo porque… “se dicen tantas tonterías que era casi mejor no enterarse de muchas de ellas”, señalaba entre risas un diputado a algunos representantes de los medios.