En los últimos meses se ha producido una extraordinaria subida de los costes asociados a la operación del sector de la biomasa, hecho que coincide con una creciente demanda del consumo de biomasa agroforestal. De ahí que desde la patronal de las energías renovables se reclame que la nueva regulación del sector refleje este encarecimiento de los costes, incorporando una actualización de la retribución necesaria para la supervivencia del sector. En concreto, las órdenes contemplan que los costes de biomasa y otros costes de explotación solamente han aumentado un 1% en 2022. “Nada más lejos de la realidad: en el último año los costes de la biomasa (materia prima de la que se abastecen estas plantas de generación renovable) han subido cerca de un 40%. Además, el precio del gasóleo (que supone más de un 30% de los costes asociados al sector y que incide en los costes del transporte, de los transportistas y de la maquinaria) también ha experimentado un incremento sin precedentes”, señalan. La situación es tan complicada para el sector que algunos productores se están viendo abocados al paro de la producción, al cierre temporal de sus instalaciones y, en algunos casos, a la aplicación de expedientes de regulación de empleo entre sus trabajadores.