La minera Berkeley, filial de Berkeley Energy Limited, de origen australian,o respira tranquila. O al menos eso es lo que se traduce de su comunicado en el que señalan que todo parece indicar que la nueva Ley de cambio climático incluirá un nuevo artículo, 8 bis, sobre el aprovechamiento de yacimientos de minerales radiactivos, por el que, a partir de la entrada en vigor de esta Ley, no se admitirán nuevas solicitudes para exploración, investigación o concesiones directas de explotación, ni sus prórrogas regulados al amparo de la Ley 22/1973, de 21 de julio, de minas, ni minerales radiactivos, cuando tales recursos sean extraídos por sus propiedades radiactivas, fisionables o fértiles. Por lo tanto, en el caso de Berkeley, no se cancelará ninguna de sus concesiones de explotación ni derechos ya adquiridos, ya que este articulado hace referencia explícita a “nuevas solicitudes”. Según Berkeley, este nuevo artículo 8bis da un giro radical a la propuesta de enmienda inicial promovida por PSOE-Podemos en la que se proponía prohibir radicalmente la explotación de minerales radiactivos desde el momento de entrada de la Ley, e incluso archivar los expedientes en tramitación. Berkeley tiene ya otorgados más de 120 permisos para su proyecto Retortillo y únicamente queda la Autorización de Construcción de la planta.