Siempre ha habido ‘influencers’ que no sabían que eran ‘influencers’. Nos referimos a la influencia que ejercían las celebridades, especialmente los futbolistas, las artistas de cine, los presentadores de televisión, las modelos, modistas, etc.
Ahora tratan de influir como influidores profesionales los ‘influencers’ o “prescriptores de opinión”, que cobran por ello, una pléyade de gente que no tiene ninguna de estas cualidades, y a veces sin estudios cuyos poderes proceden del número de seguidores que obtienen en Internet, a veces sin respetar los más elementales principios morales, como el de no engañar o de silenciar datos esenciales para calibrar la calidad de sus recomendaciones.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dirigida por Cani Fernández ha tratado de regularlas buscando transparencia y tratando de evitar que perjudiquen a los niños. Su último intento lo ha realizado aprovechando el anteproyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual (LGCA).
Contenidos que pueden ser perjudiciales para los menores
La CNMC llama la atención sobre los nuevos tipos de contenidos, como el intercambio de vídeos a los que se accede a través de plataformas como Youtube, Tik Tok, Instagram TV o Twitch que operan sobre Internet que, en su opinión, requieren de un marco jurídico actualizado para la protección del consumidor y la competencia.
Denuncia que “en una gran parte de los contenidos que emiten estos agentes en las plataformas de intercambio de vídeo existen comunicaciones comerciales no identificadas o contenidos audiovisuales que pueden ser perjudiciales o inapropiados para los menores”.
La CNMC se refiere de forma especial a los vídeos de Youtube y Twitch, que propagan “contenidos que pudieran vulnerar la normativa sobre protección de los menores y de comunicaciones comerciales”. Y respecto a Instagram TV, alerta de la emisión de contenidos comerciales “sin la debida identificación de los mismos”.
Autocontrol y la Asociación Española de Anunciantes ha establecido un Código que exige a quienes lo suscriban – obviamente sólo a quienes los suscriban– que los contenidos digitales o menciones que tengan naturaleza publicitaria sean identificables como tales para sus seguidores. Basándose en ello, la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) ha interpuesto varias reclamaciones ante Autocontrol contra una serie de ‘influencers’ que emitieron mensajes publicitarios sin identificar. Entre los ‘influencers’ señalados están Marina Yers, Paula García Maciá, Jesuseda, Ggpica o James Lover; todos ellos con miles de seguidores en Instagram.
Cani Fernández, desbordada
La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, expresó en el Congreso de los Diputados las dificultades que sufre el organismo que preside para controlar a los ‘influencers’, calificando la situación de “dramática”. “Tenemos , lamentó, 15 personas y con la nueva ley del sector vamos a asumir la función de regular a los ‘influencers’ y a los ‘youtubers’. Hay más de 1.000 ‘bloggers’ que tenemos identificados y no vamos a poder porque esas nuevas funciones se suman a la supervisión de los contenidos que emiten las televisiones. Somos el último de Europa, si se tiene en cuenta la población de cada país. Francia tiene «300 personas» en su Consejo Audiovisual, el de Alemania, más que toda la CNMC, que cuenta con algo más de 500 efectivos; Portugal tiene 85 y Dinamarca, 90.