Al menos eso se desprende de los datos de la CNMC que analizó un total de diez operaciones de concentración durante el mes de septiembre. Todas ellas, excepto una, se aprobaron en primera fase y sin compromisos porque no implicaron problemas para la competencia. Las adquisiciones afectan a múltiples sectores: productos cerámicos; fabricación de ladrillos; artículos de papel y cartón; producción de energía eléctrica o industria de la alimentación, entre otros. Una, sin embargo, aún colea. La Comisión investigará en profundidad (segunda fase) la compra de Terminal Ferry de Barcelona por parte del Grupo Grimaldi. Actualmente, Terminal Ferry de Barcelona, S.L.U. (TFB) gestiona mediante concesión una de las dos terminales públicas de carga rodada y pasajeros existentes en Port de Barcelona. Tras la compra de los activos de Trasmediterránea en el Mediterráneo, la instalación es utilizada, entre otros, por los ferris de Trasmed, propiedad del grupo italiano. El organismo supervisor de la competencia entiende que el impacto de la operación podría extenderse a los mercados verticalmente relacionados del transporte marítimo regular de carga rodada y pasajeros en las rutas península-Baleares y Catalunya-Baleares, respectivamente, donde también está presente Grimaldi.