Y es que los apartamentos turísticos han resistido mejor este nuevo embate, según los últimos datos de la Encuesta de Coyuntura Turística Hotelera que reflejan el impacto de ómicron en la temporada de invierno. Los efectos de la sexta ola no han sido igual para todos. Mientras las reservas en hoteles han caído un 22% en diciembre respecto a 2019, las reservas en los apartamentos y casas rurales bajaron ocho puntos menos. El sector opina que la clave está en el poder adquisitivo de los viajeros que sí han decidido pasar las fiestas fuera casa, pero también señalan a la facilidad para organizar comidas y cenas en la intimidad que ofrecen estos alojamientos con muchas menos restricciones que los hoteles.