La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) quiere vivir en casas propia. De ahí que haya abandonado sus actuales oficinas en el Paseo de la Castellana, para trasladarse a la que será su nieva sede, ubicada en un edificio de su propiedad en la calle Costa Brava, 12, en el barrio madrileño de Mirasierra. Un inmueble que cuenta con 6.000 m2 de superficie sobre rasante y que ha sido remodelado siguiendo criterios de sostenibilidad medioambiental y espacios abiertos de trabajo. La intención del organismo que preside Jaime Echegoyen es ahorrarse más de 14 millones de euros hasta 2027, para cumplir con su plan de eficiencia y optimización de costes puesto en marcha por la compañía durante la primera mitad del año.