PSOE y Unidas-Podemos ha logrado arreglar sus diferencias sobre la reforma laboral, no solo sobre quién coordinará los cambios sino también sobre contenido. Y los tiempos apremian ante lo pactado con Bruselas de que la nueva normativa esté aprobada antes del 31 de diciembre de este año. Para garantizar que así sea y se pueda cumplir con los plazos pactados, el Gobierno aprobará la nueva reforma mediante un real decreto ley.
Es decir, que usará la fórmula de la vía rápida y los primeros cambios entrarán en vigor antes de que el Congreso pueda echarles un vistazo. El texto podría aprobarse en Consejo de Ministros la última semana de noviembre o la primera de diciembre como tarde.