Se dice que Pablo Iglesias está empeñado en negociar directamente con el presidente del Gobierno los aspectos principales que debe recoger la nueva Ley de Vivienda que está en capilla. Y lo haría saltándose al mismísimo José Luis Ábalos, ojito derecho de Pedro Sánchez que tiene una confianza plena en el ministro de Transporte. La cosa, por tanto, parece imposible. Iglesias quiere que sus propuestas se incluyan, sea como sea, en el texto que se está negociando para lo que no dudaría en aplicar la misma estrategia que utilizó con los Presupuestos. Es decir, crear tensión en el propio Ejecutivo para sacar pecho ante sus electores.