En los últimos días han proliferado las críticas de cofradías y ecologistas sobre las consecuencias que la instalación de parques eólicos en nuestros mares tendrá para la pesca y también para la supervivencia de algunas especies. En concreto han sido manifestaciones en contra de la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marino (POEM) en nuestras costas lo que ha llevado al Foro Eólico Marino, con más de 265 organizaciones, a señalar que los sectores que se han manifestado en contra de la eólica marina están “anticipando hipotéticos perjuicios a la actividad pesquera. Decimos anticipar porque actualmente no se conocen los proyectos concretos, el número de parques eólicos previstos, su tamaño, su longitud de máquinas, su superficie reservada, su tecnología, etc.”. Y, por tanto, señalan, pedimos mesura en las actuaciones, rigor en las declaraciones y visión de futuro responsable y constructiva. Por la experiencia en otros países de nuestro entorno, una vez se adjudiquen las subastas y se comiencen a desarrollar los proyectos, se conseguirán esquemas de coexistencia pesca-eólica positivos para ambas partes”. Señalan además que “los POEM aprobados reducen en más de un 38% las zonas compatibles con los parques eólicos marinos inicialmente identificadas en el Borrador sometido a consulta pública y no contemplan ninguna zona de uso prioritario para la eólica marina. Por tanto, además de una reducción de superficie, también se ha eliminado el carácter de exclusividad de uso. La principal razón ha sido facilitar una coexistencia con las actividades pesqueras”. Pero, a decir verdad, la batalla parece que no ha hecho más que empezar.