En los últimos años la automoción está experimentando una de las más profundas transformaciones. En medio de las dificultades que atraviesa el sector, desde los efectos de la pandemia en la demanda, la falta de componentes y microchips, los problemas que han afectado a la cadena de suministros y ahora la nueva regulación que prohíbe la venta de coches de combustión de 2035, las compañías del sector buscan hacer cambios en torno a un concepto como la sostenibilidad siendo ésta una prioridad estratégica para ellas.
Por ejemplo, Renault ha puesto en marcha Refactory, un proyecto ligado a la economía circular; mientras, Ford se ha unido con HP para extender la vida útil de piezas impresas en 3D. También Audi ha admitido estar estudiando cómo reducir su huella medioambiental, mientras que Hyundai ha creado el plan VIVe, el primer servicio de coche compartido 100% eléctrico para zonas rurales de España.
Recomotor asegura que la economía circular ya permite recuperar hasta el 95% de las partes de un automóvil, volviéndose a emplear en la industria o destinándolas a otros fines. Desde la empresa catalana, inmersa en la construcción de un macro almacén en Lleida que verá la luz en 2023, destacan que la directiva europea que pone fecha de caducidad a la comercialización de vehículos nuevos de combustión “provocará un encarecimiento de los precios del coche eléctrico y una subida en la edad media del parque automovilístico español, que a su vez generará una necesidad de piezas reutilizadas y un aumento del 30% en la demanda de este tipo de piezas siendo en 2040 cuando estas transacciones superen en número a las ventas nuevas de este tipo de vehículos”.