Son de esos temas que pueden pasar algo desapercibidos entre la agitada actualidad informativa, pero lo cierto es que es un tema de calado. La CNMC acaba de publicar su informe sobre el Anteproyecto de Ley de Ciberseguridad 5G elaborado por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales que reconoce que el desarrollo y despliegue de redes y servicios 5G es una prioridad en las estrategias industriales y de fomento de la competitividad europeas y nacionales. En este contexto, los requisitos de seguridad de las redes 5G tienen especial relevancia. La CNMC valora positivamente esta futura norma, pero tiene sus puntualizaciones. Y no pocas. Considera conveniente modificar algunas de sus disposiciones, especialmente en relación con aspectos como la aclaración de las definiciones y ámbito de aplicación de los requisitos de seguridad (que incluya la delimitación explícita de operadores a los que sería de aplicación la norma); la inclusión de criterios de valoración de todos los riesgos (para determinar las medidas más adecuadas y proporcionadas con respecto a la importancia de cada riesgo) o la revisión de algunos detalles del régimen sancionador del Anteproyecto para que sea más detallado y sistemático. Aun hay mucho que mejorar.