La Agencia Estatal El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias, más conocida por sus siglas SEPBLAC, máximo órgano en materia de blanqueo y financiación de terrorismo, una especie de híbrido a caballo entre la secretaria de Estado de Asuntos Económicos y el Banco de España de donde proceden la mayor parte de sus funcionarios, no predica con el ejemplo a pesar de todas las proclamaciones de transparencia del Gobierno. O al menos se lo toma con calma en cuanto a la periodicidad de sus balances. Su última memoria de actividades abarca dos años, se refieren al bienio 2018/2019, y la memoria interior abarca un quinquenio (2012/2017) en el que se produjo algo parecido a un cambio de régimen político. Unas periodicidades, la bienal y la quinquenal, que ya las quisieran las entidades, mayormente bancarias que la SEPBLAC vigila. Por cierto en su última memoria, la bianual, insiste en expresar su descontento con la actuación de distintas entidades y profesionales, especialmente bancarias, respecto al blanqueo de capitales. Podría ser útil predicar con el ejemplo. Desde el pasado 30 de octubre dirige este Servicio Pedro Comín, ex responsable de Supervisión del Banco de España e inspector jefe de Bankia que fue imputado por la salida de este banco a bolsa y levantada la imputación cuando la Audiencia absolvió a sus responsables. Durante el proceso judicial Comín defendió al Banco de España de las críticas del inspector de la entidad, José Antonio Casaus, avalando las cuentas de Bankia. Comín sucedió en el nuevo cargo a Juan Manuel Vega Serrano, nombrado en tiempos de Mariano Rajoy.