El fichaje de Juan Carlos Aparicio, burgalés de 67 años, por Alberto Núñez Feijóo para su nuevo equipo, ha sido el más aplaudido de los designados por el nuevo presidente del PP por la feligresía ‘popular’ de todas las sensibilidades, por aznaristas y marianistas y especialmente celebrado en Burgos, donde dejó un buen recuerdo como alcalde.
El puesto de Aparicio, como vocal del Comité Electoral del partido, es modesto pero le reincorpora a la actividad política que abandonó por la actividad empresarial cuando fue nombrado consejero de Indra en septiembre de 2013, puesto del que fue despedido en enero de 2019, en favor de Miguel Sebastián, exministro de Zapatero, cuando los socialistas alcanzaron el poder.
Aparicio fue aupado por José María Aznar, que le hizo consejero cuando presidió la comunidad de Castilla y León, y cuando llegó al Gobierno le nombró ministro de Trabajo, del que le defenestró como chivo expiatorio de la huelga general de junio de 2002 en beneficio de Eduardo Zaplana.
Aparicio recibió el cese “con dolor pero sin resentimiento, comprendiendo los intereses y compromisos de José María Aznar”, como le comentó a José García Abad en una charla en torno a su mesa de alcalde donde fue elegido un año después de su cese ministerial, que es la mesa que utilizó Franco cuando en la Guerra cCvil utilizó el Palacio de la Isla como su cuartel general, una mesa que a la muerte del dictador fue trasladada al despacho del alcalde.
Aparicio, químico de formación, que fue vicesecretario de la Federación de Empresarios de Burgos, permaneció durante seis años como consejero de Indra y al cesar, en 2019, Aznar le recogió en la fundación FAES, puesto que hará compatible con el de vocal del Comité Electoral proporcionado por Feijóo.