José Saramago, premio Nobel de Literatura fallecido en junio de 2010, que el próximo noviembre cumpliría cien años desde su nacimiento, será la etiqueta de un acreditado vino de la bodega lanzaroteña El Grifo, la más antigua de Canarias, que se encuentra entre las diez más antiguas de España, en colaboración con la Fundación Saramago.
El Grifo agradece así la generosidad del escritor, quien residió en Lanzarote la parte final de su vida, junto a su esposa y habitual traductora, Pilar del Río, y accedió a prologar el libro ‘La Tonelería Tradicional y los Vinos de Canarias’, con motivo del 225 aniversario de la bodega.
En su prólogo Saramago escribe: “Este tonelero de Memoria del convento habla como un poeta, pero, al contrario de lo que puede parecer a primera vista, no se percibe aquí ninguna contradicción de fondo, porque “poeta”, así lo explica la ciencia etimológica, tanto significa “creador” como “obrero”, tanto querría decir “autor” como “fabricante”. Evidentemente, no le propongo al lector de este interesantísimo volumen sobre la tonelería tradicional y los vinos de Canarias que lo lea como si fuera un poema, pero sí le pido que intente ver más allá del texto y de las figuras, que imagine los movimientos y los gestos del artesano, que observe cómo maneja la azuela, que repare en los dedos que palpan la tensión de las duelas, que acompañe la exigencia de la mirada que valora cada momento la obra a que está dando cuerpo y talante. Reconocerá la presencia del trabajo poético en este diálogo en el que las manos le van diciendo a la materia: “Quiero hacer algo de ti”, y la materia les responde: “Lo que tengas que hacer, hazlo bien hecho.” De esto se trata realmente, de hacer bien hecho lo que se hace. Un poema o un barril.”
El Grifo Saramago es un monovarietal de Syrah de la vendimia de 2019 que la bodega define así: “Su color es limpio y brillante, de capa media y tonalidad cereza. Su aroma es de intensidad media-alta; se aprecia la fruta madura (membrillo) y unas agradables notas balsámicas, entre las que destacan el hinojo, la pimienta negra y recuerdos de anís. Durante su crianza está desarrollando el característico aroma yodado y de polvo de talco propio de la Syrah. En boca, es complejo y envolvente, sedoso, suave, con un tanino elegante y maduro. El carácter balsámico sigue estando presente en boca junto con fruta negra madura y regaliz negro”.