José Entrecanales Carrión,primogénito de los cuatro hijos del presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, y de su esposa María Carrión, fotógrafa, restauradora y presidenta de la ONG Músicos en Acción, el futuro sucesor al frente de la compañía, se ha convertido en la cabeza de la nueva y joven ‘beautiful people’, la gente guapa, de jóvenes suficientemente preparados y modelo para los que aspiran a alcanzar su fama y riqueza.
Le sigue de cerca su hermano Gonzalo, el segundo de los hijos del patriarca, que ha asumido recientemente la presidencia de la bodega familiar Entrecanales Domecq e Hijos. Los más pequeños son Clotilde y Gerardo.
Pero el segundo de la afortunada secta es Rosauro Varo, a quien ‘Forbes’ ha situado entre los más influyentes del país y el Instituto Choiseul lo incluyó en el puesto cuarto del Ranking ‘Choiseul 100, Economic Leaders for Tomorrow’ sobre los 100 profesionales y empresarios, de 30 a 42 años, más influyentes. A Rosauro le ha llevado Entrecanales junior, que forma parte de la alta dirección de Acciona Energía desde marzo de este 2021, con permiso paterno a esta compañía para la penetración en Bolsa y lanzar al mercado de valores un 25% de su filial de renovables, valorada en más de 10.000 millones de euros, en la que pretende invertir 8.000 millones de euros durante esta década. Ambos han recibido un extraordinario bono por su labor en la salida a Bolsa que proporcionará una ingente cantidad de dinero a la familia dueña de Acciona, una de las más ricas de España.
Comparten ‘glamour’ con sus respectivas esposas
José, Rosauro y Gonzalo comparten además de la juventud el ‘glamour’ que proporciona la prensa del corazón al estar casados: José con Claudia Osborne, hija de Bertín Osborne; Rosauro con la actriz Amaia Salamanca, y Gonzalo con Mónica Oliart Reinla, posgrado en moda de lujo en el Istituto Marangoni de Milán, nieta del ex ministro Alberto Oliart, tres veces ministro del Gobierno de España, fallecido hace un año.
Junto a ellos trata de situarse Javier Hidalgo, el hijo rebelde del presidente del grupo Globalia, Juan José Hidalgo, con quien discrepa respecto al futuro de la compañía que éste intenta sacar adelante en solitario, mientras Javier opta por la fusión con Iberia para lo que se vale de ser socio de Rosauro, con gran ascendencia en Moncloa.
Nada es ya lo que era, pero en sentido amplio puede admitirse que existe algo parecido a lo que se denominó la ‘beautiful people’ en los tiempos de Felipe González, una secta a la que hay quien ha calificado de ‘smart people’ (gente lista), personas pragmáticas que se manejan muy bien con el poder político, con el gobierno actual y con los que vengan.