Si el ministerio de Agricultura lleva adelante su propósito sobre la calificación de nuestro jamón en Europa se va a hacer un pan con unas hostias. El Ministerio pretende unificar en una llamada IGP Jamón Serrano de España todo el jamón español, el muy bueno, el regular y el malo, siguiendo las presiones de la Asociación de Industrias de la Carne de España (ANICE), dejando en la penumbra las dos IGPs vigentes de alta calidad: Jamón Trévelez (Granada) y Jamón Serón (Almería).
Ante la invasión de las siglas aclaramos que la IGP corresponde al registro europeo de Indicaciones Geográficas Protegidas, que no hay que confundir con la DOP, o sea, Denominaciones de Origen Protegidas, ni con la ETG, Especialidad Tradicional Garantizada.
Las mas conocidas, la IGP y la DOP, tienen en común que se refieren a una zona geográfica precisa y se diferencian en que con la IGP no es obligatorio que todas las fases de la producción se realicen en la misma zona geográfica, lo que no se exige con la DOP.
Si prospera esta iniciativa, con la nueva IGP se perjudicaría la imagen europea de nuestros mejores jamones y se confundiría a los consumidores al elevar a la misma categoría la de los jamones de peor calidad.
Meter en un mismo saco a todos los jamones le viene muy bien a la Asociación de Industrias de la Carne de España (ANICE) y a los que venden los peores jamones pero ha debido encantar a los del ministerio por la resonancia patriótica de “Jamones de España”.