Alberto Garzón, primer ministro de Consumo en la historia de España, se ha encontrado en su breve ejecutoria con un problema con el que inicialmente no contaba: el odio de los grandes grupos de prensa contra su decreto sobre las casas de apuestas que había sido solicitado por las asociaciones de consumidores, el Real Decreto 958/2020 de 3 de noviembre, denominado inofensivamente “de comunicaciones comerciales de las actividades de juego”. Los grandes editores han presentado ante el Tribunal Supremo un recurso contencioso-administrativo contra una disposición que les provocará importantes descensos en sus ingresos publicitarios. Por medio de la Asociación de Medios e Información (AMI), presidida por Antonio Fernández-Galiano, presidente de Unidad Editorial que edita ‘El Mundo’, ‘Expansión’ y ‘Marca’, entre otros. La AMI está integrada por 80 medios de información entre ellos Prisa, Unidad Editorial, Vocento, Grupo Joly, Grupo Godó, ‘La Razón’, y ‘La Voz de Galicia’. Cuando se toca el bolsillo se acaban las enemistades y las discrepancias editoriales que puede haber entre ‘El País’ y ‘El Mundo’. Y es que las casas de apuestas se vienen gastando en publicidad 180 millones de euros anuales. Las asociaciones de consumidores están suavemente contentas con este decreto que propiciaron y que les parecen algo cortas. “De momento –escribía el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios OCU en ‘El Nuevo Lunes’–, el ministerio ha abordado parcialmente su compromiso respecto a las apuestas. Hay que reconocer que Garzón ha conseguido avanzar en la regulación de la publicidad con medidas razonables, aunque es verdad que se han quedado algo cortas en relación con lo prometido y a lo solicitado por las asociaciones de consumidores. Pero nos quedamos con lo positivo, con lo ya conseguido, que no era fácil”.