El presidente y accionista único de Baleària, Adolfo Utor, aprovechó su discurso de ingreso en la Real Academia de la Mar para reivindicar el carácter estratégico del sector naviero; Utor reclamó al Estado “una apuesta decidida al respecto, con la adopción de las medidas necesarias para que las navieras españolas puedan competir en igualdad de condiciones con las del resto de la Unión Europea”. El presidente de Baleària quiso dejar claro que no se trata de que el Estado otorgue ayudas desde perspectivas caducas, sino que las políticas públicas se alineen con las de los socios europeos. Un tercio de los buques que hacen posible el comercio mundial pertenecen a navieras europeas, entre las que se encuentran las tres principales compañías de transporte de contenedores, y el resto de Europa parece saberlo. Utor contrapuso la fortaleza de las navieras italianas, francesas y alemanas a la realidad del sector naviero español, que “ocupa el vagón de cola europeo” y expreso su miedo a que, si no se hace nada, los tráficos de interés público españoles “podrían pasar a medio plazo a ser operados mayoritariamente por navieras extranjeras”.