Nos cuenta un amigo del rey Juan Carlos que sigue siendo amigo del Emérito que éste le había confiado que había renunciado a la ejemplaridad porque en estos tiempos es imposible mantenerla, pues todo se sabe. Había optado el monarca por dedicarse a realizar viajes con empresarios para apoyar sus intereses en distintos países. Parece cierto que estamos ante el fin de los secretos, ante lo que han reaccionado distintas empresas que sirven a las compañías avanzados procedimientos para salvarlos.
Entre dichas empresas se encuentra Telefónica, que ha creado Shaadow, que cuenta con una tecnología patentada de ElevenPaths, la compañía de ciberseguridad de Telefónica Tech, que genera marcas de agua invisibles en documentos. Según comenta Ironhack, los inesperados y acelerados cambios en la forma de trabajar durante la pandemia han provocado que muchas empresas no dispongan de los equipos de protección adecuados para evitar fuga de datos En el caso de las compañías, el ‘Dossier de Indicadores sobre Ciberseguridad y Confianza Digital en España y Europa’ publicado por la ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información) refleja que el 23% de las grandes empresas en España ha sufrido algún incidente de seguridad durante el último año.
Aunque las consecuencias de una fuga de datos son similares para cualquier tipo de organización, se aprecian diferencias en función de su origen e intencionalidad, ya que alrededor del 95% de los ciberataques que sufren las empresas tiene su origen en el llamado «factor humano», donde predominan las maliciosas, aquellas en las que de forma intencionada y premeditada se vulnera el sistema para acceder a la información confidencial, como afirma un informe elaborado por la consultora PwC.