El segmento del residencial de uso turístico prevé pérdidias de hasta 9.000 millones de euros como consecuencia del cierre de los mercados a causa de la pandemia. En los primeros nueve meses del año, el segmento ha acumulado pérdidas por valor de 6.200 millones de euros, mientras que la ocupación de los apartamentos turísticos ha caído un 70% respecto a 2019, lo que supone una ocupación del 15% en las viviendas vacacionales. Las zonas más afectadas por el desplome de las reservas han sido Baleares y Canarias, con fuerte dependencia al turismo internacional, junto a Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Málaga. Por otro lado, territorios como Aragón, Cantabria o Galicia se han visto beneficiados por el turismo interior.