Buscar algo más de seguridad sanitaria ante la previsible llegada de la segunda ola de la pandemia. Ese era el objetivo que, según dicen, perseguía la entidad que preside Pablo Fernández de Cos cuando el pasado verano y al parecer, adquirió más de 2.000 test rápidos con el fin de tener suficientes en el caso de que se agotasen. El Banco de España ha sido una de las instituciones públicas más precavidas porque se comenta que en mayo de este año, en pleno estado alarma, el supervisor ya licitó una serie de contratos para reforzar el teletrabajo.