Nadia Calviño siempre se ha mostrado confiada en que podrá convencer a Alemania de la necesidad de revisar el marco de gestión de crisis bancarias y garantías de depósitos, es decir, el fondo europeo de garantía de depósitos, para hacer frente a posibles crisis bancarias como la de EEUU. Hay que recordar que Berlín siempre se ha mostrado reticente en este sentido. Pue bien, la vicepresidenta española a la carga en declaraciones previas a la última reunión del Ecofín: «Es realmente clave que tengamos un sistema europeo de garantía de depósitos con el objetivo de reducir una excesiva dependencia respecto a los fondos nacionales…”
El ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, hizo lo propio al ser preguntado por los periodistas sobre las palabras de Calviño y explicó que en el sistema bancario europeo hay entidades con una gran cantidad de deuda estatal en sus balances que se considera «ficticiamente libre de riesgo» y, mientras no se haya resuelto el problema, no puede avanzarse hacia “ese fondo de depósito común”.
Es conocido que, a Alemania, y en concreto a Lindner, le pone los pelos de punta la sola idea de tener que rascarse el bolsillo ante una hipotética quiebra de bancos de países del sur.