‘El Nuevo Lunes’ ha venido siguiendo puntualmente en la sección de Empresas y en la de Confidencias los avatares del largo noviazgo entre Iberia y Air Europa, incluido, obviamente, en la pasada semana el anuncio de un feliz matrimonio con un plazo previo de 18 meses para ajustar las capitulaciones.
Pero no nos olvidamos de que detrás, o delante, de las informaciones típicas en estos casos de grandes fusiones que nos hablan con términos como sinergias, ampliar cuotas de mercado, potenciación de marcas, reducción de costes y demás aspectos técnicos que las justifican hay otros factores. En este caso resaltamos el drama familiar que ha angustiado a la familia Hidalgo, en la que el fundador y presidente de Globalia, dueño de Air Europa, Juan José Hidalgo, se enfrentó hasta la ruptura con miembros de la familia y de forma especial con su primogénito, Javier.
Asistimos al triste espectáculo de una familia dividida por los avatares del negocio que les dio durante muchos años una vida glamurosa a todos ellos y en especial al primogénito, que ocupó el número dos como CEO de Globalia, cabeza del holding, muy beligerante a favor de la absorción de Air Europa por Iberia, mientras su padre, a sus 80 años, se embarcó en huida numantina hacia adelante, “independencia o muerte”, denunciando “una mano negra para tumbar Air Europa” y advirtiendo: “No es tan fácil enterrarla”, apelando a sus cojones.
Cada uno de los que le acompañaron en la dirección de la empresa trató de buscarse la vida abjurando de las glorias pasadas, cuando Globalia Corporación Empresarial, el grupo turístico español que integra entre otras empresas Air Europa y Halcón Viajes Globalia, constituía una fuerte presencia en el sector turístico y la familia una fortuna formidable. Juan Antonio Hidalgo, exdirectivo de Globalia y hermano de Pepe Hidalgo, calificó en el momento en que la fusión pasó por su momento más crítico de “una putada». Siguió fiel al paterfamilias su yerno, Javier Blanco, que fue novillero en la Salamanca natal suya y del suegro y que está al frente de Be Live Hoteles, integrada en Globalia.
En esta lucha cainita ha resultado vencedor Javier, un empresario que se ha introducido por su cuenta en otros sectores, haciendo fortuna en alguno de ellos en compañía de Rosauro Varo, figura ascendente entre los jóvenes empresarios de la nueva ‘beautiful people’ con quien creó Pepephone a partes iguales, que vendieron a MasMovil por 158 millones de euros.
Hoy lidera JHG Investment Models que con otros holding participa en los sectores más diversos desde las producciones audiovisuales, el suministro de modelos, la promoción inmobiliaria, la organización de eventos, la explotación de restaurantes como La Máquina de la madrileña calle Jorge Juan, la energía, la publicidad, la explotación de barcos a la custodia de relojes nuevos.