No hay que perder de vista las declaraciones, en la pasada reunión del G-20, del líder liberal alemán Christian Lindner, que podría convertirse en un pepito grillo tormentoso para Pedro Sánchez si asume la titularidad del Ministerio de Finanzas de la coalición en el poder. Está a favor de que el Banco Central Europeo empiece a combatir la inflación en vez de seguir malcriando a los países del Sur de la UE. “Si el BCE se ve atrapado en la política fiscal de los países fuertemente endeudados, tendría pocos medios para luchar contra la inflación”.
Lindner, que en campaña electoral dejó claro que su máxima era hacerse con la cartera de Olaf Scholz, pidió expulsar a Grecia de la Eurozona, temporalmente (menos mal), hace solo cuatro años. También se opuso públicamente a los planes económicos de Macron porque a su juicio, la UE se convertiría así en un “sistema al estilo de la Unión Soviética”.