El Consejo de Seguridad Nuclear acaba de frenar el proyecto de la mina de uranio que la compañera australiana Berkeley lleva intentando poner en marcha desde 2016 en Retortillo (Salamanca). Y no se lo han tomado bien. Acumulando una caída en Bolsa de cerca del 15% y después de asegurar que estudian diferentes opciones legales tras este revés, pues afirman haber presentado todos y cada uno de los informes adicionales que el CSN ha ido pidiéndoles en estos años, han emitido también una nota de prensa en la que se declaran “altamente sorprendidos por las declaraciones de diferentes políticos en activo sobre la decisión del Consejo de Seguridad Nacional (CSN)”.
Las publicaciones en redes sociales de políticos como Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social; Pablo Fernández, coordinador general de Podemos en Castilla y León; e Inés Sabanés, diputada de Más País en el Congreso, pero especialmente molesta les parece la de Pablo Echenique, portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que ha publicado en su cuenta de Twitter: “Gracias a haber peleado la composición del CSN y a la enmienda para prohibir la minería de uranio en la ley de cambio climático, hemos parado este peligroso almacén nuclear. El ecologismo no se dice. Se hace. Y para esto sirve gobernar”.