Parece que Pere Aragonès ya tiene más o menos clara la fecha para las elecciones catalanas. Es consciente de la debilidad del Gobierno que preside tras la salida de los miembros de Junts y mira a mayo como posible mes para acudir a las urnas. En concreto, cuentan que su intención es aguantar como pueda y aprovechar la inercia generada por las municipales y autonómicas. Sin embargo, en Esquerra Republicana de Catalunya existen series dudas sobre la capacidad del Govern para resistir siete meses en las actuales circunstancias.