La Empresa de la Semana / Maite Nieva ■
Elon Musk consigue salirse con la suya y la cúpula directiva de Twitter acepta la oferta pública de adquisición (OPA), lanzada por la compañía. El CEO de Tesla pagará por ella unos 43.400 millones de dólares en efectivo, a un precio de 54,2 dólares por acción, con una prima del 38%. Tras un rechazo inicial y la amenaza de frenar la transacción mediante la “acción envenenada”, el Consejo de Administración de la empresa de la red social ha sorprendido al mercado aprobando la oferta por mayoría, dos semanas después. La respuesta en Bolsa ha sido desigual. Mientras las acciones de Twitter subieron un 5,7%, tras conocerse la noticia, Tesla caía un 12%.
La opa lanzada por el fundador de Tesla a Twitter ya tiene vía libre del Consejo de Administración de la compañía de redes sociales. Tras el rechazo inicial, la cúpula de la empresa anunció el pasado 18 de abril que aceptaría la OPA “hostil” de Elon Musk en efectivo en una transacción valorada en 43.394 millones de dólares al precio de 54,20 dólares por acción.
La transacción ha sido aprobada por unanimidad por el Consejo de Administración y está sujeta a que los accionistas den el visto bueno en la Junta General. Se espera que se cierre en 2022. El precio de compra representa una prima del 38% respecto al precio de cierre de las acciones de Twitter el 1 de abril de 2022, el último día de cotización antes de que Musk diera a conocer su participación del 9% en la empresa. Aun así, está muy por debajo del rango de 70 dólares en el que cotizaba el año pasado.
El acuerdo pone fin a la carrera de Twitter como empresa cotizada en Bolsa tras la oferta pública en 2013
El acuerdo pone fin a la carrera de Twitter como empresa cotizada en Bolsa tras la oferta pública en 2013. El objetivo de Elon Musk es el control absoluto de la compañía para cambiar las reglas del juego de la red social.
El órdago por el “todo o nada”
El órdago lanzado por el dueño de Tesla por el “todo o nada” de la plataforma de redes sociales no ha tardado ni dos semanas en convencer a la cúpula de Twitter para que aceptara la oferta, tras el rechazo inicial. Previamente, la compañía había anunciado una medida para evitar o retrasar la compra de la empresa, mediante un plan de derechos, denominado “píldora de veneno”. Una medida que permite comprar acciones adicionales con descuento a otros accionistas si un grupo o individuo adquiere más del 15% de las acciones de la compañía en una transacción no aprobada por la junta.
El lunes 25 de abril, Bret Taylor, presidente independiente del Consejo de Administración de Twitter, hizo público en un comunicado que el Consejo de Administración de la compañía había llevado a cabo “un proceso reflexivo y exhaustivo para evaluar la propuesta de Elon Musk, centrándose deliberadamente en el valor, la certidumbre y la financiación”. También confirmó que el dueño de Tesla y Space X aseguró 25.500 millones de dólares de deuda y financiación y un compromiso de capital de 21.000 millones de dólares. “La transacción propuesta ofrecerá una prima sustancial en efectivo, y creemos que es el mejor camino para los accionistas de Twitter«, ha subrayado.
Los accionistas de Twitter, a favor
Las negociaciones sobre el acuerdo, que parecían inciertas, se aceleraron durante el fin de semana anterior al comunicado de aceptación, después de que Musk consiguiera atraer a los accionistas de Twitter con los informes financieros de su oferta, respaldados por Morgan Stanley.
Previamente, en un documento presentado ante el regulador bursátil estadounidense (SEC), el ceo de Tesla había comunicado que planeaba dirigirse directamente a los accionistas de Twitter y no a través del Consejo de Administración para comprar la red social. En el mismo documento, afirmaba que ha conseguido unos 46.500 millones de dólares para financiar la adquisición de la compañía, una suma que incluye préstamos de Morgan Stanley y un aporte personal.
Previamente, el 1 de abril el fundador de Tesla alcanzó una participación del 9,2% de Twitter convirtiéndose en el mayor accionista externo de la red social. Sin embargo, los problemas surgieron cuando renunció a entrar en el Consejo de Administración de la compañía, y lanzar posteriormente una oferta por la totalidad a un precio de 54,20 dólares por acción. Un precio firme y definitivo que, de no ser aceptar implicaba “reconsiderar su posición como accionista”.
En el comunicado remitido a la SEC, Elon Musk señalaba que había invertido en Twitter porque cree “en su potencial como plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo, un imperativo social para una democracia que funcione». Además, advertía que “para prosperar, Twitter necesita salir de la red”. Pocos días después, Musk presentó un plan financiero de 46.500 millones de dólares ante la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) respaldado por Morgan Stanley.
Reacción dispar de la Bolsa
Las acciones de Twitter subieron un 5,7% el lunes para cerrar a 51,70 dólares tres conocerse la decisión de su cúpula directiva de aceptar la opa. La operación representa una prima de casi el 40% respecto al precio de cierre del día anterior antes de Musk revelara que había comprado una participación de más del 9%.
En el último mes el valor ha subido un 26% y ha llegado a tocar los 52,50 dólares por acción. Aun así, la oferta sigue por debajo del precio de la opa, lo que ha despertado rumores en el mercado acerca de su posible. Por otra parte, registra una caída interanual del 26,85%, reforzada por su desplome en Bolsa hasta 32,56 dólares por acción el 7 de marzo de este año.
El Consenso de Mercado valora la compañía con un precio objetivo medio de 49,39 dólares por acción y la recomendación mayoritaria de mantener.
Por el contrario, Tesla ha sufrido un duro revés con caídas del 12% el día después del anuncio del acuerdo para adquirir la red social. Al mercado le preocupa cómo puede afectar a la cotización del fabricante de vehículos el desembolso de casi la mitad del valor de la operación del bolsillo de Elon Musk para financiar la compra de Twitter. Los 13.000 millones de deuda pactados con los bancos pasarán a Twitter y otros 12.500 millones estarán garantizados por una parte de sus propias acciones de Tesla por lo que consideran que está asumiendo un gran riesgo al utilizar las acciones de Tesla como garantía. Aun así, creen que la cuenta de Twitter, con 80 millones de usuarios, es una importante herramienta de relaciones públicas para las empresas de Musk.
Este desplome se producía coincidiendo con un entorno de fuertes caída en Wall Street en el que el Nasdaq rozaba mínimos del año.
Riesgos y apoyos
La oferta no es vinculante y está sujeta a las condiciones habituales, incluida la financiación. Musk podría verse obligado a pagar a Twitter una tarifa de terminación o ruptura de contrato de 1.000 millones si se dan algunas circunstancias, como por ejemplo, si el Ceo de Tesla y SpaceX no logra obtener suficientes fondos de deuda para completar su acuerdo de 44.000 millones para comprar la red social, según una nueva presentación de la SEC. Por otro lado, Twitter le debería a Musk una tarifa de ruptura de 1.000 millones de dólares si fracasa porque encuentra una oferta competidora o si los accionistas rechazan el acuerdo, según el mismo documento.
Elon Musk dice que ha invertido en Twitter porque cree en su potencial como plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo y quiere el control absoluto para cambiar las reglas de juego de la red social
El cofundador y ex consejero delegado de Twitter, Jack Dorsey, ha apoyado públicamente a Elon Musk a través de la red social, y ha defendido que el multimillonario «es la única solución» en la que confía y que está siguiendo «el camino correcto» con la compra de la compañía. Por otra parte, ha mostrado su compromiso por mantener «la idea y el servicio» de la red social, asegurando que ahora es su principal preocupación.- Así mismo, ha subrayado que no duda del futuro éxito de la propuesta planteada por Musk antes de la adquisición de Twitter de crear una plataforma en la que se respete la libertad de expresión y sea inclusiva. «Es el camino correcto”. El objetivo del propietario de Tesla es crear una plataforma que sea “de máxima confianza y ampliamente inclusiva” es el correcto», ha comentado. Esos mismos valores fueron los motivos por los designó a Parag Agarwal como máximo ejecutivo tras su salida, en noviembre del año pasado, añade.
Miedo a los algoritmos y tormenta de reacciones
El interés del consejero delegado de Tesla y Space X por Twitter ha despertado una tormenta de reacciones, no solo en los mercados sino también en el mundo de la política. Las declaraciones de Musk acerca de su objetivo de la libertad de expresión y la retirada de la compañía de cotización, así como el miedo a la persona más rica del mundo tome el control de la plataforma de redes sociales, que cuenta con millones de usuarios y acoge a líderes mundiales.
“He invertido en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia que funcione”, explicaba el CEO de Tesla en una carta dirigida al presidente de la red social, que recogía ‘CNBC’. Sin embargo, puntualizaba que, desde que realizó la inversión se había dado cuenta de que “la empresa no prosperará ni servirá a este imperativo social en su forma actual. Twitter debe transformarse en una empresa privada”.
El ceo de Tesla ha criticado la moderación de Twitter, y dice que el algoritmo para priorizar los ‘tuits’ debería ser público. También ha hablado de ajustes en el servicio para facilitar su uso, como un botón de edición y la eliminación de los ‘bots de spam’ que envían cantidades abrumadoras de tuits no deseados y ha criticado que la compañía dé demasiado poder a las empresas que se anuncian.
La respuesta de Bruselas no se ha hecho esperar. “Si no respeta las normas europeas, la plataforma puede afrontar sanciones o incluso el veto en Europa”, avisa el comisario europeo Thierry Breton . También el consejero delegado de Twitter, Parag Agrawal, admitió que existe incertidumbre acerca de lo que ocurrirá una vez finalice la operación de compra de la red social.