Maite Nieva ■
Los temores a una recesión mundial se acentúan en los mercados financieros a medida que los Bancos Centrales endurecen la política monetaria y saltan las alarmas ante un ciclo fuertemente inflacionista. Tras una semana en la que la renta variable ha protagonizado la peor caída desde junio de año 2020, la volatilidad de las Bolsas ha puesto sobre la mesa el pánico vendedor de los inversores, con caídas bruscas en los índices bursátiles. El dato de inflación de abril en EE UU, que se situó en el 8,3% frente al 1% esperado por el mercado, ha vuelto a poner el foco en la Reserva Federal., cuyo objetivo es disminuir las presiones inflacionistas a cualquier precio.
El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal en un entorno de inflación global con precios que alcanzan niveles sin precedentes; el recrudecimiento de tensiones entre Occidente y el Kremlin por la guerra de Ucrania y la desaceleración de las economías han creado una bola de nieve que ha disparado la volatilidad de los mercados y la huida de los inversores de riesgo
La renta variable mundial sufrió su mayor retroceso mensual desde la pandemia en marzo de 2020 y en abril, la Bolsa mundial en dólares cayó un 8,1%. En lo que llevamos de mayo el S&P 500 ha alcanzado mínimos de 52 semanas por primera vez desde marzo de 2020 y las fuertes caídas del Nasdaq 100 cedía a la cota sicológica de los 12.000. En la eurozona, la situación de los mercados no es mucho mejor. El Stoxx 600 paneuropeo bajó más del 13% el pasado martes, y el MSCI Asia Ex-Japan cerró con una caída de más del 16%.
“Actualmente nos enfrentamos a tasas de inflación que no se ven desde la década de 1970 y al ciclo de aumento de tasas más rápido en décadas”, según Credit Suisse
Sin embargo, las caídas de las acciones aún no han terminado, según los expertos. Los analistas de Morgan Stanley y advierten que “veremos más desplomes en las Bolsas en el corto y medio plazo.” Los ingredientes para una recesión global están sobre la mesa” aseguran y pronostican «una venta masiva adicional en las acciones de EE.UU., incluso en el caso base de que no haya recesión».
Sentimiento de pánico
Credit Suisse ha recortado el objetivo del S&P 500 para este año a 4.900 puntos desde los 5.200 anteriores y Bank of America reduce su valoración desde 4.600 a 4.500, “en base al precio de cotización más bajo actual frente a una reducción de la prima de riesgo de las acciones”.
El posicionamiento y el sentimiento de los inversores es, ahora, muy negativo, señalan los analistas de Edmond de Rothschild AM. Sin embargo, ven potencial para un rebote tras las fuertes caídas de las últimas semanas, aunque siguen siendo cautos a medio plazo. ”La liquidez se reducirá en el futuro y las perspectivas de crecimiento se han atenuado al aumentar el riesgo de recesión”, subrayan.
“Teniendo en cuenta los resultados ya publicados y las revisiones generalmente al alza para 2022, el PER esperado a 12 meses del S&P 500 ha vuelto a los niveles de finales de 2017 de 18 veces y por debajo de los niveles pre-COVID”, señalan los analistas de Edmond de Rothschild AM. El Nasdaq 100 cotiza ahora en 24 veces y también ha vuelto a los niveles previos a la pandemia.
Vientos en contra
El recrudecimiento de la guerra rusa en Ucrania, los recortes en el suministro energético de la UE y las consecuencias de la estrategia de China de «cero» covid son vientos en contra que siguen afectando a la economía y a los activos de riesgo, señalan los analistas de Generali Investments.
“En un mes complicado tanto para la renta fija como para la renta variable, el aumento de la inflación y los Bancos Centrales con una postura agresiva dispararon los rendimientos, mientras que las preocupaciones geopolíticas y de crecimiento hicieron subir las primas de riesgo”, comentan. Según sus previsiones, la cautela va a prevalecer entre los inversores en las próximas semanas
En este entorno, la inflación sigue disparándose en todo el mundo y los Bancos Centrales han comenzado a subir los tipos de interés a pesar de que eso podría dañar el crecimiento económico. Francisco Quintana, director de estrategia de inversión de ING, dice que “esto no ayuda ni a las Bolsas ni a la renta fija, los grandes componentes de una cartera de inversión”. A causa de todo esto “en abril los bonos mundiales cayeron alrededor del 3% mientras que el oro ha vuelto a funcionar bien como protección contra la inflación y ha subido más de un 3%”, explica.
Aun así, estos números serían muchísimo peores sin la fortísima depreciación del euro, y lo que es lo mismo, la fuerte apreciación del dólar que ha sido aproximadamente de un 5,4% este mes, dice. “De hecho en abril, la Bolsa mundial en dólares cayó un 8,1%. Los inversores europeos que invierten globalmente lo hacen comprando en dólares, con lo que han perdido ese 5% de revalorización del dólar de beneficio extra y esto ha limitado las pérdidas”, explica el director de estrategia de ING.
Riesgos de recesión
Desde Credit Suisse consideran que lo riesgos de recesión siguen siendo bastante bajos. En su opinión el mercado está al borde del pánico porque no les gusta la incertidumbre. No obstante, “las perspectivas fundamentales de los mercados no son tan malas como sugiere el sentimiento de mercado”.
“El posicionamiento y el sentimiento de los inversores es, ahora, muy negativo. Sin embargo, hay potencial para un rebote tras las fuertes caídas de las últimas semanas, dicen desde Edmond de Rothschild AM
Según las previsiones de los analistas del banco suizo, los movimientos bruscos de mercado siguen siendo una clara posibilidad en las próximas semanas. Sin embargo, “creen que los inversores no deberían vender en mínimos con el mercado en pánico, dado el telón de fondo fundamental todavía positivo”
Los rendimientos reales de los bonos”, son el indicador clave a observar, señalan en el informe que lidera Felipe Lisibach, estratega global jefe de Credit Suisse. En su opinión, “las oscilaciones de los mercados se deben principalmente a incertidumbre sobre las perspectivas de las tasas de interés reales y la inflación. “Actualmente nos enfrentamos a tasas de inflación que no se ven desde la década de 1970 y el ciclo de aumento de tasas más rápido en décadas”, dice. “Mientras los riesgos de recesión son moderados, la perspectiva de rendimiento de las acciones sigue siendo positiva,. No obstante cree que deberían centrarse en mantenerse diversificados y considerar inversiones temáticas a largo plazo, como las Supertrends”.
La economía se contrae
Mientras que EE. UU. experimentó una contracción en el primer trimestre, el PIB de la eurozona siguió creciendo un 0,2 % intertrimestral. Sin embargo, desde ING dudan que el segundo trimestre vuelva a mostrar un crecimiento positivo. Peter Vanden Houte, analista de ING, dice que la demanda se está debilitando claramente. “A raíz de la guerra en Ucrania y la disminución del poder adquisitivo, la confianza del consumidor se desplomó en marzo y se mantuvo en el mismo nivel bajo en abril. La eurozona aún logró crecer en el primer trimestre de 2022, pero parece probable una desaceleración significativa a raíz de la guerra en Ucrania.
“Creemos que el PIB de la eurozona se contraerá en el segundo trimestre”, dice este experto. A partir de entonces, es probable que la recuperación siga siendo moderada, ya que persisten algunos de los vientos en contra, dicen. “No esperamos una disminución significativa en los precios de la energía y eso seguirá ejerciendo una presión a la baja sobre el poder adquisitivo a medida que los contratos de gas natural y electricidad para los consumidores europeos se adapten gradualmente a este régimen de precios más altos. Las cosas podrían incluso empeorar”, subraya.
En España, el encarecimiento de la electricidad, los carburantes y los alimentos ha provocado que la inflación registre la tasa más alta desde mayo de 1984 con, un incremento interanual del IPC del 9,8% en marzo. Ibercaja ha ajustado las previsiones de crecimiento económico en 2022, situando el PIB en el 4,7% y, reduciendo, por tanto, la tasa de crecimiento en 2,5 puntos porcentuales, del 7,2% al 4,7%. Para 2023 incrementa la previsión y esperan que el crecimiento del PIB alcance 4,8%, ocho décimas más desde el 4,0% publicado con anterioridad.