Maite Nieva
Tras la lenta agonía impulsada por la crisis de las telecos, la compañía que preside José María Álvarez-Pallete ha entrado en uno de los momentos más complicados de su historia. Con una cotización en mínimos de 25 años y el desplome de su capitalización bursátil, Telefónica ha perdido su puesto en el ‘top 10’ del Ibex-35 y vuelve a estar en el foco de los grandes fondos de inversión bajistas. La sobreventa y las recomendaciones negativas de las casas de inversión presionan con fuerza al valor tras la salida de la operadora del Euro Stoxx50, el 21 de septiembre, y pierde la cota psicológica de los 3 euros tras caer a 2,95 euros por acción.
En poco menos de dos décadas la operadora de telecomunicaciones española ha pasado de ser una de las grandes empresas europeas del sector durante el “boom” tecnológico de 2000 – 2001 a ver como la fuerte caída de su capitalización bursátil tras el desplome de la cotización, le han obligado a salir del Euro Stoxx 50. Por primera vez desde 1996 el precio de las acciones de Telefónica ha caído por debajo de los 3 euros por acción y alcanza nuevos mínimos anuales.
La compañía está pasando una de las etapas más complicadas de su historia en Bolsa y no parece que esta situación vaya a cambiar a corto plazo, según los expertos. Ni siquiera su apuesta por la tecnología del 5 G está consiguiendo impulsar el valor. La exclusión del Euro Stoxx50, por primera vez tras la constitución el selectivo europeo en 1998, ha acelerado las ventas y la cotización ha marcado nuevos mínimos de 25 años. El 21 de septiembre los títulos de la teleco dejaban de negociarse en el índice de los principales valores europeos. Las fuertes caídas de la cotización en 2020 han precipitado su salida del selectivo europeo a medida que muchos fondos indexados que replican el valor se deshacían de sus títulos.
En el foco de los bajistas
El precio de las acciones de Telefónica cae más del 56,5% desde enero y el valor no consigue remontar el desplome del mes de marzo a causa del impacto de la pandemia del Covid-19. La cotización se ha visto seriamente dañada y en la actualidad está fuera de control, aunque en línea con los grandes valores del Ibex 35. Detrás de estas caídas también está una nueva oleada de las posiciones cortas. Telefónica vuelve a estar en el foco de las posiciones bajistas de los hedge funds. Entre ellos Millennium International y Bridgwater, la firma de gestión de inversiones de Ray Dalio, cuyas apuestas a la baja siguen aflorando, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Las recomendaciones de los analistas también siguen penalizando el valor. El banco de inversión estadounidense J.P. Morgan Cazenove ha actualizado su tesis de inversión con la recomendación de infraponderar y mantiene la rebaja de su precio objetivo en 2,9 euros por acción hasta el 31 de diciembre de 2021. A comienzos de septiembre el banco de inversión estadounidense había recortado el precio objetivo del valor un 15% cuando cotizaba a 3,32 euros. Previamente, tras la presentación de los resultados del primer semestre, rebajaba el precio objetivo de la acción hasta 3,40 euros cuando cotizaba a 3,82 euros.
El detonante de estos recortes fueron unos resultados por debajo de lo esperado con una caída de los beneficios del 50,3% en los seis primeros meses respecto a los del año anterior, hasta 831 millones de euros. Lastrados por la pandemia del coronavirus los ingresos del grupo se redujeron un 14,8% interanual hasta los 10.340 millones de euros, un descenso del 5,6% interanual en términos orgánicos.
“Los ratios de apalancamiento de la empresa son insostenibles y esto deberá abordardo en los próximos años”, señalan desde J.P Morgan
Los analistas de J.P. Morgan consideran que Telefónica ofrece una atractiva cartera de activos, sin embargo argumentan que “las recientes tendencias competitivas impulsadas por la compañía de telefonía MásMóvil han reducido las esperanzas de una recalificación del mercado nacional”. Por otra parte, hacen hincapié en la debilidad general de los mercados emergentes, en combinación con preocupaciones específicas del mercado en Latinoamérica, que están dando lugar a importantes rebajas, por las continuas cargas cambiarias estructurales de Brasil y Argentina. Además, los ratios de apalancamiento de la empresa son insostenibles , según estos expertos, y esto “deberá abordado en los próximos años”, señalan. No obstante, destacan una mejor evolución de la deuda neta de la compañía hasta 37.201 millones de euros, debido a un menor gasto de capital.
A pesar de que la deuda sigue siendo elevada, la política de retribución al accionista sigue siendo el mejor aliciente para comprar acciones de la compañía y unos múltiplos de valoración atractivos. Con una rentabilidad de 12,28% es la segunda empresa del Ibex 35, después de Santander, por la cuantía de su retribución al accionista. Telefónica retiró la guía estimada para 2020 manteniendo el pago del dividendo flexible de 0,40 euros por acción con la modalidad optativa del «script».
Entre los posibles catalizadores del valor o “riesgos al alza” los analistas de J.P. Morgan incluyen la posibilidad de que MásMóvil sea menos agresivo, aliviando la presión competitiva en el mercado interno; que Telefónica logre crear valor a través de la venta de activos o fusiones, y la posibilidad de que las presiones del balance se alivian mediante la venta de O2 en Reino Unido, entre otras medidas estructurales.
El Covid, punto de inflexión
La crisis del coronavirus ha dado un vuelco a las recomendaciones de los analistas, ya lastradas por la evolución negativa de las telecos en los últimos cinco años. Las previsiones negativas de los ingresos para Telefónica en 2021, menores expectativas para su negocio en América Latina y unos resultados por debajo de lo esperado dispararon las recomendaciones a la baja a partir del primer semestre de este año. Barclays rebajó su precio objetivo a “igual que mercado” a 4,4 euros por acción, mientras que Exane BNP Paribas lo hacía a “peor que mercado” hasta 3 euros. También Goldman Sachs reducía la valoración de la operadora hasta 4,70 euros desde los 4,90 euros, con una recomendación de neutral.
Los analistas de trading señalan que Telefónica es uno de los valores históricos “totalmente destrozados” y la cotización actual “queda muy lejos de ser una oportunidad de inversión a corto plazo”, según sus previsiones. En este sentido, consideran imposible pensar en un rebote por el momento. Eduardo Faus, analista técnico de Renta 4 señala que el precio de 2,95 euros ha logrado alcanzar la proyección bajista teórica del rango lateral que rompió a principios de este año. “Entre 2,52-2,65 euros encuentra los mínimos del año 2003 y la “sobreventa extrema y divergencias alcistas siempre acompañan dichos procesos”, advierte. Pese a que no existen atisbos de suelo, en su opinión, “se presentan características propias de la cercanía de uno relevante, al menos mientras el precio se mantenga debajo de 3,4 euros”. Su recomendación es comprar a medio plazo en la horquilla de 2,5 euros por acción a 2,65 euros.
La operadora de telecomunicaciones se encuentra inmersa en un proceso de transformación. Entre sus objetivos prioritarios está la puesta en marcha de la red del 5G en España y cubrir el 100% del país con fibra óptica para 2025, así como en Alemania, a través de su filial O2, en cinco ciudades tras su lanzamiento en octubre. Además, intenta reactivar el proceso de operaciones corporativas para la venta de sus filiales en Latinoamérica, a excepción del negocio brasileño. Una tarea que se ha visto complicada por el impacto de la crisis del Covid en su negocio, no solo frenando posibles operaciones corporativas, sino algunos procesos en marcha. Entre ellos, la venta de su negocio de Costa Rica a Millicom el pasado verano que no completó, pese a que la contraventa ya estaba cerrada y se habían obtenido todos los permisos regulatorios. Actualmente el caso está en los Tribunales de EE.UU.
Tras la lenta agonía impulsada por la crisis de las telecos, la compañía que preside José María Álvarez-Pallete ha entrado en uno de los momentos más complicados de su historia. Con una cotización en mínimos de 25 años y el desplome de su capitalización bursátil, Telefónica ha perdido su puesto en el ‘top 10’ del Ibex-35 y vuelve a estar en el foco de los grandes fondos de inversión bajistas. La sobreventa y las recomendaciones negativas de las casas de inversión presionan con fuerza al valor tras la salida de la operadora del Euro Stoxx50, el 21 de septiembre, y pierde la cota psicológica de los 3 euros tras caer a 2,95 euros por acción.
La crisis de las telecos, más que una mala racha
La presión que sufre Telefónica en Bolsa no es algo nuevo. El mercado lleva tiempo advirtiendo de la crisis que viene arrastrando el sector de las telecomunicaciones en Europa al tiempo que debilita a las empresas del sector de forma progresiva. El elevado apalancamiento por la necesidad de inversiones de capital que han generado estas empresas así como la incapacidad de reducir su endeudamiento ante los bajos niveles de crecimiento, y los objetivos regulatorios son algunos de los mayores lastres que afronta el sector. Actualmente el peso de las telecos en Europa está en mínimos históricos.
El endeudamiento de Telefónica, tras años de inversiones y compras de telecos en otros países, sobre todo en el mercado Latinoamericano, y un peor comportamiento de los resultados con caídas de ingresos de algunos de sus negocios, también ha penalizado al valor. Una de las críticas del mercado es que, a pesar de tener unos ingresos muy recurrentes aunque con márgenes cada vez más pequeños, no ha logrado desarrollar nuevos ingresos que sustituyan a los que estaban cayendo. Y también, no haber sabido hacer frente al terremoto digital que se les venía encima.
No menos significativo ha sido el impacto de la competencia de las empresas de nueva generación como Jazztel o MásMóvil. Estas operadoras más pequeñas y ágiles han puesto contra las cuerdas a la operadora española restándole cuota de mercado, aletan. La compañía también lleva tiempo quejándose. En varias ocasiones Álvarez-Pallete ha recalcado que la estructura de mercado actual del sector en Europa es insostenible. En su opinión es necesaria la consolidación de las empresas más pequeñas del sector en Europa.