Los bancos europeos deberían seguir siendo cómodamente rentables durante este año, aunque tendrán que hacer frente a las nuevas realidades económicas, como una inflación más alta y prolongada, una financiación más ajustada y un menor crecimiento económico, según recoge S&P Global Ratings en un informe.
En opinión de S&P, si bien aún podrían surgir riesgos, la capitalización y la liquidez generalmente sólidas de los bancos europeos implican que deberían ser resistentes y una fuente de estabilidad para las economías europeas en 2023.
«Nuestras perspectivas para los bancos europeos son, en general, estables, pero vemos margen para una mayor diferenciación en el rendimiento y, potencialmente, en la solvencia crediticia, ya que las difíciles condiciones operativas exponen a ganadores y perdedores», afirma Nicolas Charnay, analista de S&P Global Ratings.
Los bancos europeos también tendrán que hacer frente a los retos que plantean a su competitividad los cambios económicos y sociales a largo plazo, incluidas las transiciones digital y ecológica, que se acelerarán en 2023, advierten desde la agencia de rating.
La temporada de resultados empresariales del cuarto trimestre ya ha arrancado a ambos lados del Atlántico y los bancos, que como es habitual la están inaugurando, son los protagonistas.
La evolución del margen de intereses de los bancos va a centrar la temporada de resultados, según los analistas, en el actual contexto de aumento de los tipos de interés por parte de los bancos centrales. JP Morgan cree, sin embargo, que el mercado ya ha destacado el incremento en esta magnitud a tenor del buen comportamiento de los bancos del Viejo Continente en la primera parte de enero, e incluso habría recogido ya la esperada mejora de estimaciones en este ámbito que se prevé se anuncie para 2023.