La agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P) ha mejorado el rating crediticio de largo plazo de Repsol hasta BBB+ con perspectiva estable, desde BBB con perspectiva positiva. La compañía energética española no contaba con esta calificación desde 2006.
Según el informe de S&P, la mejora de Repsol se explica por la combinación de los altos precios de los hidrocarburos, la realización de transacciones que mejoran su balance y por su política financiera prudente.
La mejora de Repsol se explica por la combinación de los altos precios de los hidrocarburos, la realización de transacciones que mejoran su balance y por su política financiera prudente
A este respecto, el informe señala que los altos precios de los hidrocarburos en 2022 y los previstos para 2023 han mejorado el perfil de riesgo de Repsol, algo que se traduce en la mejora del flujo de caja de la compañía, que ha evolucionado mejor de lo previsto.
“El entorno de precios favorable actual puede ser temporal, pero ha dotado a Repsol de mucha más flexibilidad para llevar a cabo sus objetivos estratégicos”, destaca S&P.
Además, valora las dos desinversiones anunciadas recientemente por Repsol por las que recibirá unos ingresos en efectivo de 4.300 millones de euros, que, según S&P podrá destinar a reducir su deuda.
Se trata de las ventas del 25% de su negocio de renovables y del 25% de su negocio de exploración y producción, operaciones que debe culminar en el primer trimestre de 2023.
El pasado mes de febrero, S&P ya abrió la puerta a una mejora de la calificación de Repsol mejorando su perspectiva a ‘positiva’ ante los sólidos resultados que presentó en el ejercicio 2021 y ante la previsión de que la política financiera de la compañía podría respaldar una mayor reducción de su deuda en 2022.